Al terminar el desfile militar del Día de la Victoria, la guardia presidencial trató de apartar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial en la Plaza Roja porque este se encontraba en el camino del presidente ruso, pero Putin observó la situación, se acercó al anciano y le invitó a acompañarle hasta la tumba del soldado desconocido para depositar una ofrenda floral.
Se llama Dmitri Syrkashin, tiene 94 años y durante la guerra participó en el asalto de Koenigsberg (ahora Kaliningrado) y la liberación de Smolensk, fue herido en dos ocasiones y estuvo a un paso de la muerte. El general mayor recibió la Medalla al Valor en el Smolensk liberado.