La Ciudad de la Cultura es un monumento a la vanidad y megalomanía de un arquitecto autor de una filosofía de tres al cuarto
Once años y cuatrocientos millones de euros después, hoy Galicia vive uno de los momentos más esperados: la inauguración de la famosa Ciudad de la Cultura, en la que estarán presentes los Príncipes de Asturias y la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, entre otras autoridades. Un proyecto sujeto a múltiples modificaciones, ampliaciones y aumentos de presupuesto, al que tanto Fraga, como Touriño, como Núñez Feijoo han destinado desorbitadas sumas de dinero.
Dada la importancia de este acontecimiento, los periódicos gallegos se han apresurado a hacer valoraciones y, sorprendentemente, el diario dirigido por Santiago Rey es especialmente crítico con la Xunta.
A ‘La Voz de Galicia’ se le ve el plumero ya en el titular de su noticia : «El Gaiás abre sin fechas, contenidos, plan de negocio ni costes definitivos», si bien va endureciendo su mensaje a medida que avanzan las líneas:
«Sin fecha de conclusión, factura global definitiva, modelo de negocio, programa de contenidos cerrado, más accesos que el provisional ni responsabilidades políticas depuradas por la imprevisión y vacuidad tanto en su gestación como en su desarrollo. Así estrena el Ejecutivo autónomo un tercio del recinto que el arquitecto estadounidense Peter Eisenman, incumpliendo cláusulas contractuales, ha ideado a costa del erario de la comunidad. Lo hace también con un retraso acumulado de siete años, perspectivas de que termine midiendo un 112,1% más de lo declarado ante la inspección medioambiental, dos fundaciones gestoras pendientes de fusionar y un presupuesto de gasto que ya duplica de largo al comprometido en origen (236 frente a 108,2 millones de euros) y probablemente acabe, si no quintuplicándolo, sí multiplicándolo por cuatro, en el entorno de los 80.000 millones de pesetas»
Pero el diario de Rey no sólo critica en su noticia, sino también a través del apartado de opinión, y en dos espacios diferentes.
Por un lado, el Catedrático de Historia de la USC, José Carlos Bermejo, publica un artículo titulado «Contemplando a Eisenman», en el que habla de un edificio «banal», «ridículo» y que «no sirve para nada»:
«La Ciudad de la Cultura es un monumento a la vanidad y megalomanía de un arquitecto, autor de una filosofía de tres al cuarto, que solo pudo impresionar a unos políticos que desearon cubrir su más absoluto desinterés por la cultura con una obra hueca, carente de sentido y que podría servir como un eterno monumento a la ignorancia y la pedantería»
Reforzando esta idea se encuentra la sección fija de opinión ‘De sol a sol’, en esta ocasión titulada «Un oneroso error», donde de señala que
«La Voz de Galicia ha venido alertando durante años de que la obra del Gaiás supone un despilfarro inasumible e injustificable. Al error inicial de Fraga ha seguido la falta de coraje político y de creatividad de sus sucesores, que no han tenido ni el ingenio para hallar un contenido que sustente el proyecto ni el decoro de parar un disparate. Abrir el Gaiás en una Galicia con 237.313 parados es un error político grave, y más en unos tiempos en que se enfatiza la palabra austeridad».