La hija pequeña de Marisol sigue los pasos de su madre

Celia Flores, la hija menor de Pepa Flores, Marisol, y de Antonio Gades, debuta en el mundo de la música con un disco de flamenco pop que lleva su mismo nombre y con el que esta joven malagueña de 24 años emprende una carrera con la que busca, dice, «disfrutar«.

La cantante es la segunda de las tres hijas de Pepa Flores y Antonio Gades que se embarca en una carrera artística, después de que su hermana mayor, María Esteve, se decantara por el mundo de la interpretación en el teatro, el cine y la televisión.

La joven ha dejado de cantar para ella misma «en mi cuartito» para buscar público. Y lo hace con un primer disco que lleva su mismo nombre y que ha dirigido Paco Ortega. «Yo trabajaba en un estudio haciendo planos de casas. Un día fui al estudio de Paco Ortega, me escuchó y grabamos una maqueta para un concurso, pero no nos cogieron. Aun así decidimos seguir trabajando juntos», recuerda ahora Celia Flores.

Entre las diez canciones que componen este álbum hay letras de varios autores, entre otros Simón Cortés, que compuso el famoso Échame una mano primo para Niña Pastori, y que aquí ha escrito los temas Un consejo y Mira qué guapa me pongo, y otro creado por la madre de la cantante, Pepa Flores, que firma la letra y la música de Tangos de Granada.

«Ella tiene su libretilla para apuntar sus cosillas. Esa canción la tenía guardada desde hace tiempo y quiso dármela», cuenta Celia Flores, que asegura que de su padre, el célebre bailarín fallecido en 2004, aprendió «que hay que estudiar mucho y prepararse mucho», y de su madre «a ser positiva, a sacarle el lado bueno a las cosas».

Apoyo incondicional de su madre

Su madre, apartada de la vida pública desde finales de los ochenta y que ha mostrado en reiteradas ocasiones sus reticencias hacia el mundo del espectáculo que transformó su niñez para convertirla en una estrella, no ha dejado de apoyar a su hija en esta aventura: «Ella me ha dado siempre mucha libertad, me apoya, me dice que, si es lo que yo quiero, que tire para adelante y me da consejillos, como todas las madres».

Celia Flores todavía no sabe si el peso de sus apellidos influirá en su trayectoria: «Como no he empezado no lo sé y tampoco tengo que pensar en eso. Yo sólo tengo que hacerlo lo mejor posible», dice mientras reconoce que «es lógico» que ser hija de dos artistas tan conocidos «despierte interés».

Ella asegura que no tiene más ambición que «trabajar con muchas ganas, a ver adónde podemos llegar. Disfrutar con mi trabajo y esperar que a la gente le gusten mis canciones», explica. Y admite que siente nervios y un poquito de miedo, porque está comenzando un nuevo camino.

«Las ganas de cantar mejor» como única formación

Celia Flores sólo se ha subido a un escenario una vez: «Fue hace un año o dos en Málaga. Hice un curso de la Diputación de Cantes Antiguos y al final hicimos una actuación. Yo canté unos tangos», relata, para contar después que no ha tenido más formación que «las ganas de cantar mejor, porque me gusta mucho cantar».

La joven, que cita entre sus influencias musicales a «Camarón de la Isla, Remedios Amaya, Montse Cortés, la música árabe, la negra y la de bailar en discotecas», asegura que su estilo «ni es pop ni es flamenco, es música de mi tierra», y que en sus canciones predomina el tema del amor porque «en la vida hay que estar enamorado».

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