La carrera musical de Britney Spears pende de un hilo. Retirada de los escenarios desde que dio a luz el pasado mes de septiembre, la cantante ha perdido la silueta, por lo que su cándida imagen ya no resulta tan comercial como hace unos años. Por ello, su discográfica ha decidido darla un ultimátum: o pierde peso y lava su imagen o su carrera está terminada, según ha publicado la revista australiana NW.
La imagen de Britney Spears ha sufrido un notable cambio desde que se quedó embarazada. En sus últimas apariciones públicas, la princesa del pop ha lucido algunos kilos de más, no en vano ha abandonado el deporte y se ha olvidado de las dietas para llevar una vida más hogareña.
Tras el nacimiento de Sean Preston, la cantante decidió recuperar la línea. Durante unas semanas comió sano para volver a encandilar a sus fans, pero los disgustos maritales ha minado su físico hasta el punto que ya no resulta rentable ni para su discográfica.
“Ella ha estado muy deprimida por Kevin y el estado de su matrimonio, así que lo único que ha hecho es comer para mitigar sus dolores”, ha reconocido una persona allegada en esta publicación. “Las últimas dos semanas han sido muy malas. Fue al supermercado un día y compró patatas fritas y todo tipo de chocolates.
Cuando llegó a casa se lo comió todo como si no existiera el mañana”, matizó. De hecho, algunos medios barajaron la posibilidad de que estuviera de nuevo embarazada ya que utilizaba ropa premamá. Su representante lo negó inmediatamente.
Las peleas entre Spears y su marido han sido constantes en los últimos meses. En más de una ocasión ella le ha puesto la maleta en la calle por afición a gastar dinero y a no ayudar en casa. Después de cada discusión, la cantante ha acabado cediendo y perdonando a su marido, que siempre regresa al hogar conyugal.
