¿Dónde quedan la magia y las dotes interpretativas que Julia Roberts ha demostrado en la gran pantalla?, se preguntan los críticos estadounidenses en las reseñas sobre la novia de América y su debut en Broadway con la obra Tres días de lluvia, de Richard Greenberg. Su estreno el miércoles (tras 16 funciones previas) reunió a las puertas del teatro Bernard B. Jacobs a cientos de fans y amigos como Oprah Winfrey, Tim Robbins, Susan Sarandon, James Gandolfini e incluso el alcalde Michael Bloomberg.
Escribe Noelia Sastre en El Periódico que ni la expectación, ni los autógrafos, ni el éxito de ventas (las 12 semanas de representaciones están a punto de colgar el cartel de completo), ni tan siquiera las ovaciones al final de la primera función han salvado a la oscarizada Roberts de la exigencia de los críticos, que el jueves despedazaron en sus textos a la actriz mejor pagada del mundo (a razón de 16 millones de euros por película).
«El poder de la estrella, tan evidente en la pantalla, no parece trasladarse al escenario», señaló The Hollywood Reporter. Para Ben Brantley, «adicto» a la actriz, según confesó en The New York Times, Roberts mostró «la inquebrantable rigidez de una farola industrial» al entrar en escena. «Su voz ahogada se escucha con dificultad y refleja la tensión de una mujer que está a punto de romperse en pedazos en cualquier momento», escribe.
El crítico del New York Post comenzó su pieza de forma inmisericorde. «Odié la obra y, honestamente, también la odié a ella. ¿Por qué decidió Roberts, una extraordinaria estrella de cine, debutar en este teatro y con este texto?» El especialista del Daily News tampoco la salva. «En pantalla está fantástica, pero en el escenario tiene, sorprendentemente, muy poca presencia».
El Chicago Tribune describió su actuación como «tan introspectiva y carente de energía que incluso parece que pide perdón», mientras que el USA Today no fue tan demoledor, afirmando que supo «mantener el tipo» frente a sus compañeros Bradley Cooper y Paul Rudd.
Dirigidos por Joe Mantello, cada uno de ellos interpreta dos papeles diferentes en esta obra estrenada en 1997 y que ya ha recaudado más de cinco millones de euros con la venta de entradas anticipadas. Aprovechando el tirón de Roberts y su primer proyecto tras el nacimiento de sus gemelos, hay quien ofrece butacas en internet por unos 500 euros. Eso sí, en primera fila.
