A Naomi Campbell no le ha suavizado el carácter su nuevo novio. La polémica modelo ha vuelto a ser denunciada por agredir a una empleada del hogar. En esta ocasión, unos pantalones fueron el motivo de la disputa que acabó con su asistenta herida y con la ‘top’ británica otra vez en los juzgados de Nueva York. Sin embargo, esta mujer no es la primera que pasa por las garras de Campbell.
La empleada doméstica Gaby Gibson presentó una demanda el pasado lunes en la Corte Suprema de Manhattan. Esta mujer acusa a Campbell de lesiones, discriminación en el empleo, ataque y agresión.
El desencadenante de este lío han sido unos pantalones de color negro que la asistenta fue incapaz de encontrar en el armario de la británica. Por ello, fue supuestamente golpeada por la ‘top’ en la cabeza.
«Ella dijo que iba a darme una lección», declaró Gibson, que aguantó tres meses a las órdenes de la modelo, en el diario New York Post. Gibson pide ser indemnizada.
Éste no es el único problema judicial que ocupa a la modelo estos días. Campbell ha declarado en un juzgado por agredir a su anterior empleada, Ana Scolavino, a la que golpeó con un teléfono móvil en la cabeza. Aunque la asistenta recibió cuatro puntos, la modelo se ha declarado inocente de este suceso.
De ser encontrada culpable podría enfrentarse a una pena de hasta siete años de acuerdo con la legislación estadounidense.
En 1998, Campbell, conocida por sus ataques de ira y su mal genio, ya tuvo que pagar a una ayudante por pegarla. En aquella ocasión la modelo aceptó declararse culpable ante un juzgado de Toronto por agredir con un móvil a Georgina Galaris.
A cambio, necesitó mostrar su arrepentimiento, asistir a clases de comportamiento y pagar una indemnización a la joven. Sin embargo, con ninguno de estos motivos parece haber aprendido la lección.
