Los desfiles para la próxima temporada primavera-verano de la pasarela de moda Cibeles, la más importante de España, comenzaron hoy con la vista puesta más en las modelos que en los diseñadores, después de que la organización impusiera a las maniquíes una masa corporal mínima para participar en el certamen.
Por el nuevo recinto de desfiles, instalado en el popular parque del Retiro de Madrid, pasearon en esta jornada que abrió el modisto Antonio Pernas sólo jóvenes con una masa corporal (el peso dividido por el cuadrado de la altura) no inferior a 18, lo que equivale a que una chica de 1.70 de estatura no puede pesar menos de 56 kilos.
Esta polémica medida, inédita hasta ahora en las grandes pasarelas de la moda internacional, la relacionan sus promotores con el objetivo de vincular la belleza a la salud y eliminar la extrema delgadez tantas veces sinónimo de anorexia, una enfermedad que se ha prodigado en los últimos tiempos entre jóvenes y adolescentes.
La ministra española de Cultura, Carmen Calvo, calificó hoy la decisión de «mensaje extraordinario» y
«ejemplo de seriedad en el mundo de la moda, tanto para toda España como para el extranjero».
El mismo argumento utilizó, antes de desfilar este lunes en Cibeles, el diseñador Francis Montesinos, quien vaticino que la polémica medida ayudará a
«destruir la falsa imagen de belleza y felicidad de la extrema delgadez, de la que son víctimas especialmente los jóvenes».
Fruto de la nueva normativa del peso mínimo, algunas de las más prestigiosas modelos internacionales, que habían comenzado a llegar a la pasarela madrileña en los últimos años, se han ausentado de esta edición, porque no estaban dispuestas a medirse y pesarse.
De las 68 maniquíes que accedieron a someterse a las pruebas de masa corporal, cinco fueron rechazadas el pasado sábado por no pasar un control que eliminó de entrada a un 30 por ciento de las jóvenes que tenían previsto desfilar en la pasarela.
Frente a los 31 diseñadores presentes este año en Cibeles, que apoyan el peso mínimo de las participantes, otros estilistas extranjeros, y sobre todo las agencias de modelos, discrepan de la iniciativa y opinan que corre el riesgo de discriminar a algunas profesionales que son muy delgadas por constitución.
