Que las modas cambian que es una barbaridad, ya no lo duda nadie. Pero lo que sí que llega a sorprender es el afán de espectáculo con que algunos diseñadores eligen a las modelos para lucir sus diseños.
Subraya Ana Asensio en ABC que, si en días anteriores asistíamos en la Semana de la Moda de Paris, en contraste con Cibeles, a que la delgadez extrema no era óbice para poder desfilar, ayer, tal y como se esperaba, Jean-Paul Gaultier volvía a sorprender o, incluso, escandalizar a una parte de su público, no ya solo por las tendencias que presentó, sino además por colocar sobre la pasarela figuras ni tan jóvenes ni tan delgadas ni tan perfectas como las que imponen los actuales cánones.
Ahora, visto lo visto, cabe preguntarse por qué se recurre a los extremos para impresionar, porque de lo que no cabe ninguna duda es de que la extrema delgadez, ni es saludable ni bella, pero el caso contrario, la obesidad, aunque vistosa, muy sana tampoco es.
