El comentario generalizado cuando escuchamos lo que cobran los futbolistas es de crítica y reprimenda a una sociedad que se ha vuelto loca y paga cantidades enormes a hombres en pantalón corto que corren tras un balón. Y no seré yo quien justifique tan elevados sueldos, pero hay que reconocer que el cubano Erick Hernández, plusmarquista mundial, domina el balón como nadie. Su hazaña: dar más 164 toques a una pelota de fútbolo en 30 segundos.
Éstas fueros sus declaraciones tras el récord:
«Estoy muy feliz por cerrar el año con otro récord. Espero que pueda entrar en el Libro Guinness de los récords, como el del minuto»
La anterior marca estaba en poder desde hace tres años del ghanés nacionalizado estadounidense Freddie Adoboe, quien le propinó 148 golpes al esférico en medio minuto.
Hernández es dueño ahora ocho récords mundiales -ha establecido más de una veintena en su carrera-, aunque el Libro Guinness sólo le ha reconocido uno, 319 toques al balón en un minuto. Erick, sucesor de su hermano Douglas -pionero de la especialidad en Cuba-, tiene récords de dominio del balón que abarcan pruebas de velocidad y resistencia, pues ostenta los de 100 metros y maratón.
