Los pañales de usar y tirar ya no están de moda. Sí, sí, lo que oyes… Bueno, mejor dicho lo que lees. Pues eso, que ya nada de gastar elevadas cantidades de dinero para el culito de tu bebé, mejor invertir en detergentes… Lo que se lleva ahora son los pañales lavables.
Así predica con el ejemplo una madre francesa de 31 años llamada Lena Marti. Estaba cansada de comprobar cómo los pañales llenaban la basura y no eran tan prácticos como mostraban los anuncios.
“Cuando das el pecho las heces del niño son más líquidas. Desbordaban continuamente… y tenía que poner una lavadora todos los días con ropa sucia del niño y de la cuna. Era la misma historia que con los pañales lavables”
Aunque parezca arcaico el pañal lavable lo preconizan numerosas asociaciones medioambientales para reducir la producción de residuos. La página web de consumo ético eco-infos.com explica:
«Un pañal sucio pesa unos 150 gramos. Así pues, desde que nace hasta que aprende a retenerse, un niño genera 913 kilos de pañales desechables que sólo podrán ser incinerados o enterrados»
LOS DATOS
Según el Centro de Información sobre Energía y Medio Ambiente (CIELE), un pañal desechable tarda entre 300 y 500 años en degradarse. Un pañal lavable, seis meses. Además, para fabricar el plástico de un solo pañal desechable se emplea una taza de petróleo crudo.
Los pañales lavables también son más económicos porque los padres deben gastarse unos 1.500 euros por niño en pañales desechables, contra sólo 500 euros cuando son de tela
