Julio Iglesias, el español más universal

Pocos nombres son tan reconocidos fuera de las fronteras españolas como el de Julio Iglesias.

Escriben Ana R. Vicente y José Luis de Haro en El Economista que, no en vano lleva cantando y vendiendo discos desde los sesenta, siendo portada de revistas más de tres décadas y provoca curiosidad desde su Madrid natal hasta la lejana Australia. Todo ello le ha dado frutos: tiene una fortuna personal de unos 2.000 millones de euros.

¿Qué se puede contar de Julio Iglesias que no se sepa? Desde que saltó a la fama con aquel La vida sigue igual en el Festival de Benidorm de 1968 (que le proporcionó un jugoso contrato con Columbia Records), la prensa no ha parado de acosarle. Sobradamente conocida es su frustrada carrera como futbolista del Real Madrid por una inesperada lesión, su poco exitoso matrimonio con Isabel Preysler, su teórica falta de entendimiento con su hijo más famoso, el también cantante Enrique Iglesias, su larga y prolífica relación con Miranda, y el nacimiento de dos hermanitos cuando ya había cumplido los sesenta.

Mansiones en todo el mundo -su residencia habitual en Indian Creek (Miami) está valorada en 28 millones de dólares-, una indudable afición por los aviones caros -el último le ha costado 40 millones-, más de 250 millones de discos vendidos, una mención en el libro Guiness de los records por vender más discos y en más idiomas que ningún otro cantante de la historia… En definitiva, una vida de cuento.

Pero no todo el Imperio Iglesias se ha construido a base de vender discos. El cantante, que ahora tiene 63 años, también ha demostrado que sabe invertir. Y le va, le va, le va… muy bien. Un buen ejemplo es el Grupo Punta Cana, constructor de un resort gigante en esta zona de la República Dominicana. Iglesias es uno de los socios, junto al diseñador Óscar de la Renta.

El artista también tiene inversiones inmobiliarias en Honduras, Chile y Estados Unidos. En España, posee una propiedad en la Costa del Sol, en los Altos de Marbella. Pero la expansión urbanística más rentable de Iglesias está en Valencia. Socio del constructor Andrés Ballester, ha desarrollado proyectos como Villa Gadea, un conjunto de viviendas levantadas en Altea. El artista es consejero de varias sociedades de Levante como Urbanizaciones y Construcciones Urcosa, Desarrollos Urbanísticos del Algar, Altea Futura y Coll de Rates.

Como ya decía en aquella famosa canción, a Iglesias le gustan las mujeres y le gusta el vino. Lo primero salta a la vista, después de haberle visto rodeado de algunas de las más bellas del momento. Lo segundo, le ha llevado a intentar meterse en la industria vinícola. Hace unos años, el cantante quiso asociarse con la bodega Tinto Pesquera, pero la alianza no salió adelante. En cambio, ha prosperado la asociación con Montecastro, la bodega que preside Alfonso de Salas y que The New York Times ha calificado recientemente como «muy prometedora». Iglesias tomó el año pasado un 5% del capital.

Después de no haber sacado un disco en inglés desde 1994, Iglesias ha vuelto a hacerlo con Romantic Classics. Canta, entre otros temas, It’s Impossible, de Elvis Presley. Una canción que no le define en absoluto ya que, como dice un gran amigo suyo, «Julio consigue todo lo que quiere». ¿Qué vendrá ahora?

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