El pasado 12 de mayo María Sharapova pasó por Madrid como una exhalación. Fue una estrella fugaz, pero dejó huella. Cuenta Domingo Pérez en ABC que estableció una plusmarca de frenética actividad.
En 13 horas le dio tiempo a presentar el «Sony Ericsson Championship», que no es otra cosa que el Masters femenino; concedió media docena de entrevistas a las televisiones; ofreció en compañía del Alcalde una rueda de prensa multitudinaria; se reunió con un pequeño grupo de periodistas; pasó dos veces por la peluquería y por maquillaje; formó parte del jurado, junto a Arantxa Sánchez Vicario, del «casting» de los modelos-recogepelotas; visitó la Puerta de Alcalá; y asistió a una fiesta glamourosa…
Agotador, pero muy divertido. La espectacular rusa (1,88) se enamoró de la ciudad y le quedó una cuenta pendiente con la capital de España. Por eso sorprendió a los organizadores cuando les anunció que llegaría una semana antes.
Ha sido, con diferencia, la primera en llegar de las ocho jugadoras que a partir del próximo día 7 disputarán en el «Madrid Arena» el Masters femenino. Se presentó el lunes en el aeropuerto de Torrejón al mediodía y desde entonces no ha parado de disfrutar de los placeres que reserva Madrid para sus divas.
Se hospeda en el Palace; recorre la urbe a bordo de un Porsche Cayenne; se ha hecho asidua del salón de belleza de Jacques Dessanges; ha disfrutado con la gastronomía capitalina; y ha acudido a las tiendas más selectas.
Así, en su agenda reservó un sitio para hacerse la pedicura y la manicura, cortarse el pelo y, según aseguran, ponerse mechas -a ver si no va a ser rubia natural-. También tuvo la ocasión de cenar en Goizeko (el lunes) y en Loft 39 (ayer). Y de gastar algo de dinero, poco porque al final la regalaron casi todo, en Hugo Boss y Chanel.
Este miércoles se acaba el relax. Por la mañana, sesión de gimnasio y por la tarde, de una a tres, estrenará la central del «Rockódromo». Ha sido tan madrugadora porque quería divertirse, pero también porque aspira a salir de Madrid con el número 1 del mundo y a ser posible con el título de maestra en el bolso (de marca, claro).
Sus rivales no han sido tan previsoras. Dementieva aparecerá el viernes; el sábado llegarán Mauresmo, Hingis y Clijsters; y el resto -Henin, Kuznetsova y Petrova- lo harán el domingo.
