Trabajar desde casa. Es el sueño de muchos, pero al alcance de unos pocos. Privilegiado como casi ninguno, Michael Schumacher es un jubilado en la Fórmula Uno, pero con 37 años, también un joven emprendedor. Así, el heptacampeón mundial ya tiene planes: buscar nuevos pilotos y colaborar con Ferrari.
Lo primero, creando una academia propia de ‘go-cart’ en la que el alemán ayudaría a desarrollar el talento de jóvenes pilotos. Pero como era previsible, Schumacher no será el profesor. La aclaración viene a cuento de que el pasado martes, en medios italianos, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, inisnuó que el germano estaría sobre el asfalto.
Willi Weber ha desmentido esos términos, asegurando que la tarea del ex campeón no será salir «contra viento y marea al circuito, sino prestar su imagen y prestigio para las nuevas generaciones».
Schumacher podrá controlar la empresa desde el despacho de su villa suiza o desde el que tiene en Maranello, en la sede de Ferrari. Ése será uno de los lugares de trabajo desde ya. Aunque tampoco le hará falta, porque como reconoció hace unas semanas el probador Luca Badoer, tendrá todos los datos de telemetría de cada prueba y cada carrera, en tiempo real, en su casa.
