La actriz australiana Nicole Kidman ha tenido que suspender sus vacaciones tras un altercado con un paparazzi. La estrella, que se encontraba en su país con su marido, el cantante de country Keith Urban, montó en cólera porque un fotógrafo, Jamie Fawcett, les tomó fotos cuando el coche de la pareja acababa de pisar el arcén, mientras disfrutaban de un paseo por la costa del estado de Nueva Gales del Sur, según informaciones que publica «The Sydney´s Daily Telegraph».
Jamie Fawcett, que debe comparecer a finales de este mes ante un tribunal de Sidney tras el descubrimiento el año pasado de un dispositivo de escucha en el domicilio de Nicole Kidman, contó al diario que la actriz bajó la ventanilla del coche para insultarle, y que Keith Urban, que interrumpió una cura de desintoxicación en Estados Unidos para pasar las fiestas con su esposa, intentó calmarla. La pareja, que se marchó el lunes de Australia en un avión privado, dispuso de protección policial.
La pareja ha visto así empañada su estancia en su país natal, y no ha podido disfrutar como hubiera querido de este reencuentro, que no durará mucho, ya que tras dos meses de estar ingresado en un centro de rehabilitación en Nashville, Tennessee, Urban deberá continuar con su tratamiento.
Por si esto fuera poco, Nicole y Keith se enfrentan también a las declaraciones de Amanda Wyatt que recoge «The Mail», en las que la modelo asegura que mantuvo un romance con el músico mientras éste estaba comprometido con Kidman y después de su boda.
