(PD / Agencias).- Ben Affleck ha decidido aprovechar su primera película como director para impulsar la carrera de su hermano pequeño. En ella, Casey Affleck, de 32 años, da vida a un detective privado que investiga el presunto rapto de una niña de cuatro años.
Aunque no cuenta con muchos papeles protagonistas, el hermano pequeño de Ben ha aparecido como secundario en películas como El indomable Will Hunting (también de la mano de su hermano), la saga de Ocean’s Eleven y, recientemente, The Last Kiss. Así, los Affleck pasan a formar parte de las parejas de hermanos célebres de Hollywood como la de Julia y Eric Roberts, Jake y Maggie Gyllenhaal, los Sheen o los Baldwin.
El actor ha bromeado sobre el tema. Ha dicho que incluir a su hermano en el casting de Gone Baby Gone, como se llama la película, le hace parecer elegante. Además, así podrá anotarse un punto cuando llegue al estrellato.
El actor, de 35 años, ha dicho: «Tengo suerte de tenerle en el equipo. Además, quedo fenomenal. Soy el tipo que mostró al mundo lo buen actor que es«.
El equipo del filme asegura que los hermanos han hecho gala de una compresión casi telepática durante el rodaje. Ben ha asegurado: «La comunicación entre nosotros lo hizo todo muy fácil. Le decía, ‘haz esto como tal actor o tal otro’ y él entendía enseguida lo que yo quería decir«.
Casey está de acuerdo con su hermano: «Tenemos confianza. Cuando no estamos de acuerdo, no hay presión. Simplemente, lo hablamos«.
Gone, Baby Gone llegará a las pantallas de cine de todo el mundo a finales de este mes. Sin embargo, el estreno en Reino Unido ha sido retrasado indefinidamente, por las similitudes del guión con el caso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Portugal este verano.
