Con ella no hay quien viva

Kate Moss ha puesto en pie de guerra a sus vecinos, que están hartos de sus continuas fiestas nocturnas. La modelo se ha instalado en casa de una amiga en el norte de Londres, mientras vende la suya, y los vecinos denuncian que la pareja ha convertido sus vidas en un «infierno». «Duermen por el día y hacen fiestas por la noche, es imposible vivir así», afirman los sufridos habitantes, que además están cercados día y noche por ‘paparazzi’.

Kate Moss busca comprador para su casa, después de que la cantante Courtney Love rechazara adquirirla por considerarla «deprimente» y «un desastre».

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