Woody Allen no envidia a los cineastas de Hollywood, sino todo lo contrario. En su opinión, para ellos una película no es más que una «posibilidad de hacer cientos de millones de dólares». Para él, sin embargo, la realización cinematográfica es una forma de arte, según ha declarado a un semanario alemán. Allen, de 72 años, ha sido galardonado con los premios Oscar en tres ocasiones. Sin embargo, en la próxima edición no quiere estar presente.
«No soy ningún cineasta de Hollywood ni nunca lo he sido», subrayó. «No tengo nada contra Los Angeles pero sencillamente, no me hace ilusión. No me gusta ni el sol ni el conducir siempre el coche».