Los sobrinos de Julián Muñoz temen por su tío. «Desde que nuestro tío Julián Muñoz ingresara en prisión, hace ya casi un año y medio, hemos venido siendo testigos de la degradación física que, lamentablemente, está padeciendo». Ana Isabel y Alberto García Muñoz, sobrinos del novio de Isabel Pantoja, se han dirigido a los medios para denunciar la desidia de Instituciones Penitenciarias, que «está obviando dolosamente la delicadísima situación clínica de Julián.»
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Los problemas circulatorios de Julián no son nuevos, vienen de muy atrás. No en vano se ha visto en la necesidad de tener que ser intervenido quirúrgicamente hasta en dos ocasiones en la Clínica Teknon de Barcelona debido al riesgo cierto que existía de amputación de ambas piernas. Las condiciones en las que vive en el centro penitenciario de Jaén no sólo no han contribuido a mitigar dicho riesgo, sino que por el contrario se ha acentuado notablemente ante la desidia de las autoridades de dicho centro.
Tal y como establece la Ley General Penitenciaria, las instituciones tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los condenados, pero no es menos cierto que deben velar asimismo por la seguridad y salud de los internos, cosa que de modo palmario no está sucediendo en lo que a nuestro tío se refiere. A este respecto, convendría recordar a las autoridades penitenciarias de Jaén, en atención a futuras responsabilidades (que por supuesto exigiríamos si se diera el caso), que velar por la salud de las personas allí recluidas, y en concreto por la de nuestro tío Julián, no significa ingresar a éste en un centro hospitalario para que se le amputen las piernas cuando ya no haya remedio, sino que dicha función implica la obligación de adoptar cuantas medidas terapéuticas de prevención sean menester en aras de evitar tal desenlace.
Pues bien, Instituciones Penitenciarias no sólo está obviando dolosamente la delicadísima situación clínica de Julián, manteniéndole en un centro penitenciario en vez de proceder a su ingreso por vía de urgencia en un centro hospitalario en el que nuestro tío pueda recibir la atención profesional que precisa, sino que además le ha venido denegando sistemáticamente la posibilidad que le permite la legislación penitenciaria de ser asistido a su costa por un profesional médico ajeno a Instituciones Penitenciarias.
Por todo ello, entendemos estar absolutamente legitimados, ética y legalmente, para solicitar desde este foro el inmediato ingreso de nuestro tío Julián en un hospital, así como que se le permita ser asistido por el especialista médico que durante los últimos años ha venido realizando el seguimiento y control de su enfermedad. No pedimos un trato de privilegio para Julián, tan sólo que se le reconozcan y le permitan ejercitar unos derechos que la propia Ley General Penitenciaria recoge en su artículo 36.
Con el deseo de que tanto las personas que quieren a Julián, como las que dicen quererlo públicamente, se adhieran a estas palabras, le saludan atentamente.
Ana Isabel y Alberto García Muñoz. Sobrinos de Julián Muñoz. Correo electrónico.
