(PD).- La Lotería de Navidad repartirá este sábado 22.201,5 millones de euros en un sorteo marcado por el continuismo, una vez jubilada la mágica figura del calvo que durante años encarnó el espíritu del juego.
Un total de 24,6 millones de décimos tendrán recompensa. La mayor, 300.000 euros, corresponderá al gordo, que se mantiene por tercer año consecutivo en los tres millones de euros.
La ampliación del número de series, al pasar de las 180 del año pasado a las 185 (cada serie es de 85.000 billetes), es la principal novedad de esta edición, que alcanzará una recaudación de 3.145 millones de euros.
Así lo espera el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado(ONLAE), que ha contado «más que nunca» con la colaboración de internet.
La enorme popularidad de este sorteo extraordinario ha hecho que el importe de la emisión de billetes mantenga un crecimiento constante. El año pasado fue de 3.060 millones, una cifra desorbitada si se compara con los 6,5 millones registrados en 1956.
Solo el mapa del gasto del sorteo ha sufrido variaciones. Por vez primera, Catalunya se aúpa al liderazgo en el volumen de ventas, gracias al auge de La Bruixa d’Or, la administración que más vende de España, 105 millones de euros. Le siguen Madrid y la Comunidad Valenciana.
A la cola se sitúan las Baleares, Cantabria, Navarra y La Rioja. En todo caso, la estimación es que el ONLAE recaudará de cada español una media de 75 euros.
A pesar de que este sorteo es el que destina el mayor porcentaje a premios (70% de la recaudación), las posibilidades de salir de pobre son muy cortas. Varios matemáticos cifran en solo el 5% las probabilidades de ganar algo y en el 10% las de recuperar lo jugado.
La posibilidad de que una de las 66.000 bolas sacadas del bombo por los niños de San Ildefonso nos dé un alegría con el primer premio es del 0,003%.
Para tomar conciencia de lo que significa esta cifra, basta compararla con el 0,95% de posibilidades de morir en un accidente de tráfico. La mayor parte de los que juegan a la lotería lo hacen sin conocer realmente cuál es su expectativa de beneficio, ya que este sorteo forma parte de una tradición navideña, «como los langostinos para Nochebuena o el cava en fin de año», comentó Miguel Córdoba, catedrático de Matemática Aplicada de la Universidad CEU.
INMIGRANTES VOLCADOS
Los expertos sostienen que la lotería comprada en un puesto con fama de dar premios no ayuda a que toque, pues al vender más, las posibilidades disminuyen. También advierten de que es mejor jugar en 10 décimos distintos que en 10 del mismo número, porque las probabilidades de que uno de los números salga premiado aumentan notablemente.
La mitad de los españoles tienen claro que necesitan al menos dos décimos del gordo (600.00 euros) para dejar de trabajar, y que si son agraciados en un décimo, solo destinarían el dinero a pagar la hipoteca o comprarse una casa, según el sondeo de una empresa de venta de lotería en internet.
Y a la espera de que el azar resuelva sus penurias, los inmigrantes se han volcado en la compra. La misma encuesta calcula que el 65% de los latinoamericanos y el 61% de los asiáticos han comprado, frente a solo el 4,5% de los africanos, que la consideran una «tradición poco adecuada».
