La supertop checa que sobrevivió al tsunami que asoló el sureste asiático en el 2004, aterrizó ayer en Barcelona con una sonrisa digna de una portada de revista. Y tenía sus motivos. Su visita de un par de horas escasas no fue con fines turísticos, sino para mostrar su cara más solidaria con los más necesitados a través de la fundación Happy Hearts (Corazones felices). Así, la firma Mango le entregó un cheque de 40.000 euros, la recaudación del proyecto de las camisetas solidarias a favor de la fundación que la modelo preside tras vivir una auténtica pesadilla en Tailandia en las Navidades del 2004.