La cantante ha salido del hospital en el que estaba ingresada desde la semana pasada, según informó ‘Los Angeles Times’. La estadounidense se encontraba en la planta de psiquiatría del centro médico UCLA de Los Ángeles al representar, según su psicóloga, un peligro para ella misma y los de su alrededor.
Lynne Spears, madre de la cantante, cree que Sam Lufti, amigo íntimo de su hija, la drogó con medicamentos y abusó de ella verbalmente, según consta en la petición de la orden de alejamiento contra él, presentada la semana pasada.
El padre de Spears y un abogado fueron declarados tutores de su hija, y el juez también dictó una orden de alejamiento contra Lufti. Lufti pertenece al círculo de amigos íntimos de la multimillonaria cantante. En la declaración de la madre de Spears, se señala que cuando llegó el pasado 28 de enero para intervenir en el caso del desequilibrio mental de su hija, la encontró «hablando como una niña pequeña» y cambiando la ropa «de su perro varias veces».
