Paris Hilton, nieta del magnate hotelero Conrad Hilton, hizo buena gala de su afición a las fiestas el pasado sábado. La actriz, cantate, modelo y, sobre todo, personaje social, «famosa por ser famosa», como la suele describir la prensa estadounidense, celebró su vigésimo séptimo cumpleaños actuando con las Pussycat Dolls en el Pure Nightclub del Caesars Palace de Las Vegas.
Hilton empezó la noche vestida con un modelo de lencería negra diseñado por ella misma e inspirado en el look habitual de las Pussycat Dolls, un conjunto de pop, hip-hop y rhythm & blues fundado en 1995 por el coreógrafo Robin Antin. En 2005 se completó con una formación paralela que actúa en el Caesars Palace. Tras un cambio de vestuario, la heredera demostró una vez más su ausencia de inhibiciones al exhibir sus poses más provocativas dentro de una gigantesca copa de champaña.
