La reina de corazones ha contado a la revista semana el secreto de su belleza y su eterna juventud. Adora la dieta mediterránea que mezcla sabiamente con la cocina asiática más ligera y sanamente dietética. Come pocas cantidades, evita las grasas animales, fritos, salsas y su talismán son las frutas.
Un día a la semana lo utiliza para depurar, alimentándose durante toda la jornada con un solo tipo de fruta, preparado de diferentes maneras: zumo, batido, sorbete, etc. Bueno para equilibrar cualquier posible exceso calórico anterior e ideal como depurativo para la piel. Es muy aficionada a los tés e infusiones de todo tipo, que toma preferiblemente al café. Bebe mucha agua y zumos de fruta, no fuma, no ingiere alcohol, aunque pueda tomar una copa social en eventos puntuales… El chocolate, su debilidad, es una de las grietas de un sistema alimenticio que Isabel mantiene permanentemente durante décadas como norma de vida.
