La actriz y cantante Sara Montiel ha agradecido a su pueblo natal, Campo de Criptana, el «homenajazo» que ayer le rindió con motivo de su ochenta cumpleaños. El detalle le ha llenado la ha emocionado: «Me he podido sostener, no llorar por no hacer el ridículo, pero dentro de mí llevo una emoción tan grande que a mi edad puede ser peligrosa», ha dicho.
Con estas declaraciones ha resumido María Antonia Abad, conocida artísticamente como Sara Montiel, el homenaje que ha recibido en la localidad manchega de Campo de Criptana, donde, además de inaugurar una estatua suya, ha recibido la noticia de que el Gobierno regional le ha concedido la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha.
Se lo ha comunicado el propio presidente autonómico, José María Barreda, que ha querido estar presente en el acto, en el que la artista también ha estado acompañada de su hijo, Zeus Tous.
La artista nació en Campo de Criptana el 10 de marzo de 1928 y, a pesar de que con tan solo cinco años se marchó a Orihuela (Alicante), guarda numerosos recuerdos de esta localidad, a la que acude algunas veces a visitar a familiares.
La artista, a la que los asistentes no han dejado de gritarle «guapa», ha descubierto una placa en la casa donde nació y una estatua suya en un parque de la localidad, que la ha nombrado «Gigante Universal». Además, ha reinaugurado el molino «Culebro», uno de los que conserva este municipio y que desde la década de los setenta alberga el museo dedicado a la actriz y cantante y en el cual se exponen numerosas fotos, vestidos y enseres de Sara Montiel.
Los hombres de Sara
En el acto con motivo de su 80 cumpleaños, Sara Montiel ha recordado algunos momentos de su vida. Al preguntarle los periodistas por la mujer de su vida, la artista no ha dudado en señalar que ésta fue su madre. Refiriéndose a los hombres, ha dicho riéndose que «ha tenido bastantes», por lo que no podía dar la lista entera porque estaría «hasta pasado mañana».
