Tras el duro proceso judicial que ha tenido que atravesar a causa de su divorcio, Paul McCartney se ha ido de vacaciones a una isla privada caribeña con su amiga Nancy Shevell, una multimillonaria estadounidense con la que se le relaciona sentimentalmente. En las aguas cristalinas de Jumby Bay, una isla privada cercana a Antigua y en un complejo hotelero que cuesta unos 7.600 euros por noche, el cantante y su acompañante están disfrutando de paseos por la playa y travesías en barco.
Un bañista que vio a la pareja afirmó al periódico británico ‘Daily Mail’ que McCartney sólo tenía ojos para Shevell, mientras que otro testigo le contó al ‘Daily Mirror’ que «se besaban apasionadamente, se reían tontamente y se besuqueaban, como unos novios cualquiera en los comienzos de su relación».