(PD).- Ana Obregón no asistió ayer a los juzgados de Alcobendas, donde la prensa la esperaba precisamente para que se pronunciara acerca del oscuro lío en el que está involucrada. Mal que mal, es ella quien exige a la jueza que secuestre los números de Interviú donde se la acusa de haber contratado a un sicario para que le diera una paliza al presentador de Antena3 Jaime Cantizano.
En su representación fue su abogado, Javier Saavedra, quien además exigió que la publicación no hable más del asunto.
En los juzgados estaba el director de Interviú, Manuel Cerdán, y los periodistas responsables del reportaje, Manuel Marlasca y Luis Rendueles. Los tres tuvieron que declarar acerca de la veracidad de la información en la que, a través de escuchas telefónicas obtenidas por la Guardia Civil, la Obregón habría mandado a su guardaespaldas, Eloy Sánchez, a buscar al alguien para un ajuste de cuentas. Ana Obregón dice no recordar esa conversación.
Los responsables de Interviú entregaron los documentos oficiales que, según ellos, acreditan la veracidad de la información.
El juez tiene cico días para pronunciarse si desestima o no las medidas cautelares.
