(PD).- Se trata del secreto mejor guardado en La Zarzuela, cerrada en banda a cualquier comentario sobre el futuro sentimental de la Infanta Elena así como el paralelismo entre su situación y la de Ana de Inglaterra -expertas amazonas, ruptura de su matrimonio, dos hijos, e intento de rehacer de nuevo su vida sentimental-. Otros círculos próximos a La Zarzuela señalaron por su parte que lo publicado por varias revistas de la llamada press people, o corazón, no se ha correspondido a la realidad.
En concreto se ha señalado que tanto el comandante Felipe Zuleta, su profesor de equitación, el teniente coronel Juan Queipo de Llano son o funcionarios de La Zarzuela o personas del círculo íntimo de amistades y amigos de estrecha confianza y lealtad de la Infanta Elena. En el caso de Queipo de Llano, casado, su relación se ciñe exclusivamente a sus clases de equitación que la han permitido convertirse en una excelente amazona, el deporte que la Infanta ama con pasión y que nunca suscitó el interés de su ex marido, Jaime de Marichalar.
Tanto Zuleta como Queipo de Llano, y anteriormente el fallecido Santiago Pérez-Seoane, están adscritos a la Unidad de Equitación del cuartel hipico del Ejército. A la relación de supuestos novios de la Infanta se han añadido otros nombres de personas que están muy unidas a ella como Carlos García Revenga -jefe de las Secretarías de las Infantas Elena y Cristina-; y Carlos Ruiz de Velasco, monitor de esquí de los hijos de la duquesa de Lugo. De forma errónea, se asegura en medios próximos a La Zarzuela, se aludió a ellos en portadas y reportajes de las revistas como «buenos amigos» cuando son sólo personas de estrecha confianza y lealtad a la Corona y la Infanta.
Otro asunto diferente es el caso del empresario Benjamín Muñoz-Iselma, una amistad que ha situado varias veces a la duquesa de Lugo en Ávila. Pero también se asegura que podría sera a su vez el tapado de un amigo cuya identidad se guarda de forma celosa. Nuevos comentarios indican que tanto en el reciente almuerzo del Rey con su hija, como en los prolegómenos de la corrida de José Tomás pudo estar el deseo de la Infanta de rehacer su vida sentimental. Diversas informaciones indican que ahora, como en la decisión de separarse de Jaime de Marichalar, la Infanta Elena ha tenido el apoyo firme y la comprensión del Príncipe Don Felipe y de Doña Letizia.
