Desnudo real de 1.500 coronas

Desnudo real de 1.500 coronas

(PD).- Ver para creer. Una vez más Joaquín de Dinamarca ha protagonizado un escándalo. El benjamín de la Reina danesa, que hace solamente unos días hizo vibrar de fervor monárquico a una nación entera cuando, vestido con el uniforme de gala del Cuerpo de Ingenieros, desposó a la bella francesa Marie Cavallier, aparece como «Ugens man» («Hombre de la semana») en la revista «Se og Hør». Un posado en el que Joaquín muestra su cuerpo torero solamente tapado en sus partes más íntimas por una escueta toalla. Por si eso fuera poco, el real modelo supuestamente cobró por el trabajito 1.500 coronas danesas (alrededor de 200 euros). Ésta es sin duda la primera vez en la historia que un real miembro de una dinastía milenaria como la danesa hace una cosa igual.

En la foto, publica Carmen Villar Mir en ABC, tomada unos días antes del sonado enlace, vemos al joven —alto, apuesto y bien formado— con sonrisa pícara y unos bíceps, tórax y vientre que para sí los quisieran algunos luchadores profesionales. Una imagen bien distinta de la que suele mostrarnos la Casa de la Reina de forma habitual.

El rotativo, que también publica el cheque enviado a la real residencia de Schackenborg el 22 de mayo, cuenta que fue cobrado al día siguiente en el Danske Bank de Tønder, y que «bueno es que Joaquín aumente su apanage, o real sueldo de dos millones de coronas anuales, trabajando como modelo y vendiendo su look».

La noticia y la imagen han sembrado a partes iguales la polémica más encendida entre la Dinamarca tradicional y la admiración más entusiasta entre los apasionados del desnudo y del naturismo. Por su parte, los republicanos se frotan las manos de gozo y aseguran que lo ocurrido es un retrato fiel de la época por la que pasan las monarquías que tanta democratización y libertades se estan permitiendo.

Los ejemplares de «Se og Hør» se agotaron en un tiempo récord, y el asunto es la comidilla de todas las tertulias, donde se desgranan los motivos que indujeron a Joaquín a cometer tal indiscreción y dar una vuelta de tuerca más a su ya turbulento pasado teñido de juergas nocturnas, noches blancas y amistades peligrosas. Se comenta que sin duda sus inquietas neuronas, o la testoterona, le han jugado una mala pasada, e incluso se aventura que la foto fue robada. Así las cosas, y mientras la feliz pareja prosigue su viaje de novios (parece que ahora están en Vancouver), los daneses se preguntan qué opinará Margarita II cuando vea a su hijo en la citada revista, como «El chico de la semana», como un Conny, Ronny, Casper o Walter cualquiera.

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