(PD).- Los vecinos de la parroquia de Bamio, en Vilagarcía de Arousa, han reunido más de 400 firmas en una campaña que aún continúa abierta para reclamar la sustitución de su párroco, a quien le reprochan no haber asistido a la procesión de San Juan, así como diversas desavenencias que se prolongan en el tiempo desde su llegada a esta zona.
La asociación de vecinos de Bamio presentará las rúbricas reunidas ante la vicaría general de Santiago.
La negativa de Don Leopoldo, como se conoce al párroco de Bamio, a participar en la procesión de San Juan en las tradicionales fiestas que se celebraron en la última semana de junio, ha sido el detonante de la reacción vecinal tras un largo historial de desavenencias que se han venido sucediendo desde su llegada a la feligresía.
Al igual que había hecho el año anterior, al llegar la festividad, el sacerdote criticó el carácter superficial y comercial de los actos tradicionales de San Juan, que llegó a calificar como «mercadillo».
os vecinos relataron que, por esas fechas, el cura aprovechó la misa del domingo anterior a la celebración para pedirles la llave de la capilla de San Juan, donde está la imagen del santo que protagoniza la tradicional procesión, y que es conducida desde la Iglesia a lo alto del monte. Convocados por la comisión de fiestas, los vecinos se negaron a entregar las llaves e iniciaron una campaña de protesta contra el cura.
Al mismo tiempo, reclamaron en la vicaría compostelana que les permitieran celebrar la procesión y acceder al santo, a lo que el vicario accedió, al tiempo que se habilitaba un sustituto temporal para Don Leopoldo, procedente de Madrid.
Cuatro personas en la procesión
Los vecinos confían en que la vicaría, que les apoyó al solicitar que se mantuvieran las procesiones, las misas y las tradiciones que se realizaban en la zona, acceda a la sustitución de Don Leopoldo, una vez que se presenten la totalidad de las firmas.
El malestar de los vecinos también se ve reflejado en la escasa participación en los actos religiosos. Así, a la misa del domingo a las 12.00 horas, la más concurrida de la semana, sólo acudieron cuatro personas, pese a que lo habitual es que el templo se llene de gente, según aseguran.
