A la bella Charlize Theron se le atraganta el sexo

(PD).- Lo tiene todo: belleza física, inteligencia emocional, un novio guapo y elegante (el actor irlandés Stuart Townsend), un Oscar, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y millones de fans por todo el mundo. Además, ha sido elegida como «la mujer más sexy del mundo» por los lectores de la revista Esquire.

Pero incluso Charlize Theron (Benoni, 1975) lleva a cuestas su propia cruz: odia interpretar escenas de cama. O, por lo menos, eso ha confesado a la revista Parade, donde la protagonista de Monster se revela ante el mundo como una mujer «fría como un témpano».

Cuenta Luis Landeira en ADN que Charlize, que acaba de estrenar la película Hancock, en la que comparte cartel con Will Smith, ha concedido una entrevista a Parade Magazine donde, además de demostrar que está en la cumbre de su belleza en una deslumbrante sesión de fotos, se confiesa ante la grabadora, reconociendo, entre otras cosas, su fobia hacia las escenas eróticas, con frases tan rotundas como: «La gente no sabe lo difícil que puede llegar a ser» o «Creo que muchos olvidan que estas escenas son más técnicas que cualquier otra cosa que se hace al interpretar».

«En las escenas de cama una no tiene mucha libertad»

La actriz y ex modelo sudáfricana se ha ganado su condición de sex symbol gracias a un cuerpo perfecto (hipnóticos ojos verdes, sonrisa impecable, elegantes y suaves curvas, delicioso cutis…), sí, pero también a las numerosas escenas de cama que ha rodado a lo largo y ancho de su carrera.

No en vano, se puede decir que Charlize despegó como actriz gracias a su ultraerótico papel en el thrillerDos días en el valle (1996) y, además, se ha metido en la cama (en la ficción) con actores tan codiciados como Keanu Reeves, Ben Affleck o Matt Damon.

Por eso, resulta todo un shock saber que la pobre lo pasó tan mal fingiendo placer por exigencias del guión y revele que «en las escenas de cama una no tiene mucha libertad. No es sólo ponerse a ello y que la cámara te grabe mientras lo haces».

Además, la actriz subrayó especialmente el carácter poco espontáneo de las escenas cinematográficas de sexo, asegurando que «no dan mucho de sí porque son muy técnicas, aunque a veces no faltan risitas nerviosas o alguna torpeza ocasional».

Esperemos que el poco cariño que la heroína de Aeon Flux parece tener por la parte más erótica de su trabajo no impida que en el futuro vuelva a aparecer desnuda y excitada en la gran pantalla. Oportunidades no le van a faltar: pronto empezará a rodar The Brazilian Job con Mark Wahlberg; The Road (con Viggo Mortensen) ya está en la sala de montaje y, por si fuera poco, tiene a punto de caramelo dos estrenos: Sleepwalking, junto a Dennis Hopper y Woody Harrelson y The Burning Plan, donde Charlize hace de hija de Kim Basinger. ¿Caerá alguna escenita lésbico-incestuosa?

VÍA ADN

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