El Príncipe enseña a sus hijas el velero con el que compite en Copa del Rey

El Príncipe enseña a sus hijas el velero con el que compite en Copa del Rey

(PD).- Los Príncipes de Asturias han llevado a las infantas Leonor y Sofía al Club Náutico de Palma de Mallorca. Después de la regata de este martes, Don Felipe ha mostrado a sus hijas el «CAM», el velero que patronea en el la 27 edición de la Copa del Rey de vela.

Es la primera vez que las hijas de los Príncipes de Asturias aparecen en público desde el pasado mes de marzo, cuando también pudieron ser fotografiadas en Palma.

En un coche, con Doña Letizia Ortiz al volante y acompañadas por la Reina, las primogénitas de los Príncipes de Asturias han llegado hasta el Club Náutico.

A su llegada, las pequeñas junto a sus padres y su abuela han posado ante los fotógrafos que disparaban sus cámaras incesantemente. La infanta Sofía, que hoy cumple 15 meses, primero en brazos de don Felipe y luego en los de Doña Letizia, no ha dejado de saludar ni de señalar a los allí presentes. Mientras, su hermana la infanta Leonor, ha posado algo tímida, puesto que aún estaba algo dormida.

Después de tomar un refresco en el club y saludar a conocidos y regatistas, los Príncipes, con sus hijas en brazos, se han dirigido al muelle donde está atracado el «CAM».

A bordo del velero, la infanta Leonor no ha dudado en jugar con el timón del barco, y la infanta Sofía, por su parte, no ha parado de mirar y jugar con lo que había as su alrededor. Don Felipe y Doña Letizia han conversado mientras tanto, con los compañeros de travesía del Príncipe. Los regatistas preparaban el velero para mañana, tercer día de competición de la categoría IRC, tras dos jornadas consecutivas de quedar en cuarto lugar.

Al bajarse del barco, Doña Letizia ha preguntado a los periodistas cómo habían encontrado a las niñas y ha comentado el adormilamiento de la Infanta Leonor y lo grande que estaba la pequeña, a punto ya de dar sus primeros pasos sola. Al abandonar el pantalán, Leonor, se ha soltado de la mano de su padre y ha bailado un poco, mientras su hermana pequeña, con una sandalia menorquina en la mano no ha dejado de saludar.

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