(PD).- Despliegue gráfico esta semana en la revista «Pronto» con unas imágenes que ya han dado que hablar -y lo que te rondaré- en las que se ve la complicidad que hay entre el polaco ex de Obregón y ahora actor Darek y su representante (también ex de Obregón en cuestiones de trabajo), Susana Uribarri. En las fotografías aparecen mientras conversan tranquilamente en la terraza de una de las suites del hotel Princesa Yaiza de Lanzarote, donde esos días Darek se hizo un reportaje, que la semana pasada apareció en la revista «Hola» con el título «Ana forma parte de un pasado que ya he borrado de mi vida».
Con esas palabras, y sin más explicaciones, Darek pasa página a uno de los romances más sonados de los últimos meses y lo hace marcando abdominales y luciendo cadenón en el cuello en un toque muy «nueva estética rusa», que le pega una barbaridad, según publica Beatriz Cortázar en ABC.
Como tantas veces pasa, mientras Darek se hacía ese reportaje, unos sagaces paparazzi hacían el contrarreportaje con esas cariñosas imágenes en la terraza de la suite que compartieron durante cinco días. Confidencias al oído, risitas en el cuello, mano en la cintura… Por mucho menos, a algunos les cuelgan unos romances que luego no saben cómo quitárselos de encima.
Como es lógico, me pongo en contacto con Uribarri y me asegura que las caricias y los gestos no significan más que la enorme amistad que tiene con Darek. Insiste en que no hay romance ni nada que se le parezca. Y ahí quedan sus palabras.
Lo cierto es que esas fotos no han dejado indiferentes a otros. Comentarios se escuchan de todos los tipos, pero quien no habla ni opina es la propia Ana Obregón, que después de romper con Darek también terminó su relación profesional con Uribarri. «Nos verán muchas veces juntos», me insiste Susana. Normal. Antes que nada es su representante. ¿Cómo es eso de que el roce…?
