(PD).-«No voy a pedir disculpas a nadie por apellidarme Miró», ha dicho,»Ser el hijo de quien soy me ha ayudado a conseguir cosas en determinados sitios. Me ha sido más fácil llegar que si hubiera sido un desconocido, pero luego hay que soportar las críticas de las que hablamos».
Famoso desde su nacimiento, ahora está al otro lado de la trinchera de la prensa rosa, llegando incluso a presentar noticias en las que él es protagonista. Miró no rechaza este tipo de periodismo, pero pide a la Justicia que determine claramente la línea que debe separar el derecho a la información y el respeto a la intimidad.
Asegura esta convencido de que la justicia debe ser la encargada de establecer la línea entre información e intimidad.
Nunca he estado en contra de la prensa del corazón, siempre y cuando se sepa diferenciar entre el derecho a la información y el de la intimidad de las personas. Nunca me ha molestado salir a la calle y que haya alguien esperándome para meterme el micrófono. El problema viene cuando, vayas a dónde vayas, tienes 6 coches detrás persiguiéndote como si fueras un delincuente.