(PD).- A la muerte de su marido, Nirmala Thapa, nepalés de 35 años, se vio obligada a entregar a sus tres hijos más pequeños a un centro de menores. Le ofrecían cuidarlos y educarlos mientras se recuperaba de su asfixia económica.
Cuenta Ana Gabriela Rojas en El País que, cuando quiso recuperarlos, descubrió que habían sido entregados en adopción a una familia española. Es uno de los casos registrados por CWIN, una ONG nepalesa para la protección de los niños.
«La mujer lleva tres años intentando que le devuelvan a sus hijos, pero es muy difícil: ella firmó una carta en la que cedía la potestad, pero la engañaron porque no sabe leer», dice Madhav Pradhan, director de CWIN.
Pradhan asegura que su ONG ayudó a Thapa a denunciar el caso ante el Gobierno del Distrito en Katmandú. Su organización ha apoyado a otras cinco familias nepalesas a reclamar a siete niños que han sido adoptados por españoles.
En su opinión, «en Nepal la mayoría de las adopciones internacionales se han hecho irregularmente».