Podría ser el de su amante, la fiel Eva Braun

El cráneo de Hitler es de una mujer

Brezhnev ordenó incinerar y dispersar los restos del tirano nazi

Los rusos guardan todavía el sofá donde se suicidaron el Fhürer y Eva Braun

Sorpresas te da la vida. El fragmento de cráneo que se creía que pertenecía al dictador alemán Adolf Hitler y que se encuentra guardado en Moscú corresponde en realidad a una mujer.

Lo ha descubierto un grupo de científicos de la Universidad de Connecticut y lo explica Linda Strausbaugh, profesora de biología molecular y celular de esa universidad estadounidense:

«Los resultados de nuestros exámenes fueron obvios desde el primer momento. Las muestras que hemos analizado corresponden al cráneo de una mujer sin lugar a dudas».

Han amaizado unas muestras de ADN que el arqueólogo estadounidense Nick Bellantoni obtuvo en un viaje a Rusia del cráneo que las autoridades de ese país aseguran que corresponde a Hitler y que se descubrió en 1993 en uno de los archivos secretos de la antigua Unión Soviética.

Los resultados de ese análisis han alentado de nuevo las dudas sobre si el Führer realmente llegó a suicidarse en 1945 ante la entrada de las tropas soviéticas a Berlín.

QUIZÁ SE TRATE DE EVA BRAUN

El hallazgo ha abierto la posibilidad de que esos restos que se guardan en Moscú y que fueron expuestos por primera vez en 2000 correspondan a la amante de Hitler, Eva Braun.

«No hay nada de lo que hemos encontrado que pueda ofrecer información del dónde y del cuándo de la muerte de la persona a la que corresponden los restos, ni por supuesto de su identidad».

La profesora Strausbaugh comenta que es «muy dudoso» que puedan investigar acerca de si el cráneo en cuestión corresponde a Braun, quien se cree que se suicidó con Hitler,

«La muestra de ADN corresponde a un perfil parcial y no completo, debido al mal estado de los restos».

«Sin una muestra de referencia, será muy difícil llegar a conclusiones sobre la identidad. Necesitaríamos muestras de la misma persona o bien de algunos familiares. Ya hemos tenido mucha suerte al poder determinar que se trata de una mujer y no de un hombre como se creía hasta ahora».

Cuando las tropas soviéticas tomaron el búnker donde se refugiaba Hitler en 1945, encontraron los restos quemados del dictador nazi y de su amante y un año después los cadáveres fueron trasladados a Moscú para investigar las circunstancias de la muerte del Führer.

Ya en 1970 el entonces líder de la URSS, Leónidas Brezhnev, ordenó incinerar y dispersar los restos de Hitler, así como los de Braun, los del ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels y los de su mujer y seis hijos, de entre 3 y 13 años.

EL SOFÁ DONDE SE SUICIDÓ

Las autoridades rusas también cuentan en su haber con numerosos objetos que pertenecieron a Hitler y que se llevaron tras entrar en el búnker alemán, entre los que destacan también el sofá donde se cree que el Fhürer y Braun se suicidaron y cuyas muestras también han examinado los científicos de la Universidad de Connecticut.

«Podemos afirmar que la mancha del sofá sí tiene restos de ADN correspondientes de un hombre, aunque obviamente no podemos decir a quién corresponde y mucho menos si es de Hitler».

Los resultados de estos análisis se explican en un nuevo documental del canal por cable History Channel, en el que se expone la hipótesis de que Hitler pudo haber escapado de Berlín y que de el cuerpo recuperado por las tropas soviéticas fuera de otra persona.

 

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