Cada diseño tiene una lista de espera de más de 4.000 personas, por lo que los ladrones harán una fortuna con ellos en el mercado negro
Más información
Victoria Beckham se encuentra «conmocionada» tras descubrir que su exclusiva colección primavera/verano ha sido robada a punta de navaja mientras era trasladada de Londres a Nueva York.
Se trata de 75 diseños valorados en más de 380.000 euros y en los que la ex Spice lleva meses trabajando.
La mujer de David Beckham se ha llevado uno de los mayores disgustos de su vida después de saber que su próxima colección no llegará a tiempo a las tiendas.
Los vestidos debían ser trasladados desde el aeropuerto de Heathrow a Nueva York cuando unos ladrones asaltaron la furgoneta que los transportaba.
Al parecer, los cacos habían perseguido la furgoneta desde el almacén donde se recogieron las prendas diseñadas por Beckham y aprovecharon una parada de su conductor para asaltar el vehículo y sustraer las prendas.
El precio de cada uno de los vestidos ronda los 9.000 euros y cada diseño tiene una lista de espera de más de 4.000 personas, por lo que los ladrones «harán una fortuna con ellos en el mercado negro».
Una fuente secreta del diario Daily Mirror da detalles:
«Desde Madonna a Elle Macpherson han lucido algún diseño de Victoria y, como resultado, sus vestidos se han convertido en algo muy exclusivo. Esta operación ha sido meticulosamente planeada».
«El conductor hizo un reparto y cuando volvió al vehículo se dió cuenta de que las cerraduras habían sido forzadas. Dos hombres salieron de la parte trasera portando dos cajas grandes con los vestidos en su interior. El conductor fue obligado a tumbarse en el suelo pero inmediatamente llamó a la policía».
El robo quedó registrado por las cámaras de un cine cercano, pero la policía ha informado de que las imágenes no son lo suficienteme claras como para poder identificar el vechículo de los ladrones.
«Victoria fue informada inmediatamente acerca del incidente» y, al parecer, se quedó «conmocionada y profundamente triste» cuando escuchó las malas noticias.
Ahora sólo espera que los diseños, en los que tanto esfuerzo ha invertido, puedan ser rehechos cuanto antes y que lleguen a tiempo a las tiendas Neiman Marcus.
