Tras cinco décadas de música, más de quinientas canciones grabadas y cientos de conciertos a sus espaldas, Miguel Ríos, pionero del rock and roll español, dice adiós a los escenarios con tres conciertos enmarcados en la «mini-gira» «Bye Bye Ríos Rock hasta el final».
«Tengo mucho respeto por la gente, pero más tengo por mí mismo y no quiero actuar si no estoy en las mejores condiciones para hacerlo», ha afirmado Ríos, de 66 años, en una entrevista con Efe.
El cantante granadino se mostró «afortunado» por haber podido escoger el momento para poner fin a su actividad profesional, y admitió que durante «los últimos veinte años» un montón de veces le han preguntado «¿para cuándo la retirada?». Ahora es muy distinto, porque no paran de decirle que «va de farol», comentó entre risas el rockero.
La primera parada de Ríos será en Granada, el 17 de septiembre, la ciudad en la que «comenzó todo» y donde ofreció sus primeros recitales cuando era un niño, dedicados «a los vecinos» del barrio de La Cartuja, según contó el cantante.
Además, Barcelona, el 4 de noviembre, y Madrid, dos días después, pondrán punto y final a tantos años «viviendo en la carretera» con el rock and roll como único camino.
Durante las últimas semanas, Ríos fue el protagonista de una campaña en internet que se «tragaron» varios medios nacionales, en la que se podía ver al artista lanzando una televisión desde la ventana de un hotel o pegando un puñetazo a Loquillo durante una discusión.
«Se trataba de reírnos de los tópicos del rockero gamberro que hace este tipo de cosas, pero personalmente pensaba que nadie lo creería, sobre todo porque quién me conoce sabe que soy un tipo coherente que dejó los vicios y la locura hace tiempo», explicó el cantante.
El compositor de «Bienvenidos» quiso dejar claro que, a partir de ahora, responderá «a la llamada» de compañeros que «pasen por Granada» y le pidan «tocar alguna canción». Además no descarta llevar a cabo «conciertos solidarios por los más favorecidos».
Durante su carrera ha recibido numerosos reconocimientos oficiales, entre ellos la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada (1987), la Medalla de Oro de Andalucía (2002) y el Premio Ondas a toda una carrera (2007), lo que supone para el cantante la plasmación del «cariño de la gente», que es -sentencia- «la mayor de las satisfacciones».
«Cuando me concedieron la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo me acordé de mi padre, que trabajaba en un aserradero y volvía destrozado, y pensaba que a mí me habían dado esto por hacer este oficio, algo que me parecía increíble», recordó con nostalgia Ríos.
Además, el artista dedicó unas palabras a las nuevas generaciones de músicos, a las que animó «a no seguir ningún consejo y desconfiar de la gente que los da».
Ríos se quejó de que bandas más jóvenes, como sus paisanos Lori Meyers o sus amigos de Pereza, lo tienen «más difícil que nunca» porque existe «una depreciación emocional» de la música, ya que «el coste cero y el gratis total» ha devaluado el trabajo de los artistas.
«Esto ya no es jauja, este no es un oficio para tener una vejez asegurada y, sin embargo, siguen adelante porque la creación está por encima de cualquier otra recompensa», agrega Ríos sobre la situación actual que atraviesa la industria discográfica.
«Bye Bye Ríos» es el single elegido por el cantante para animar sus últimas apariciones.
En una de las estrofas encontramos el dicho popular «dejarlo a tiempo es una victoria segura», que adquiere un significado especial para Ríos, cuya máxima ahora es «irse con la cabeza alta» y, sobre todo, «no desilusionar a nadie».
Javier Fernández Jódar
