Lejos de tratar de esconder o disimular el ‘castigo’ impuesto por el juez, Lindsay Lohan ha posado en todo tipo de posturas en una sesión de fotos luciendo con orgullo su brazalete anti-alcohol. Las fotos se las ha vendido a una exclusiva agencia con el fin de recolectar fondos para obras benéficas.
Hace unos días lucía unas botas de invierno para cubrir el brazalete anti-alcohol impuesto por el juez, pero Lindsay Lohan ha preferido ir con la verdad por delante. Consciente de que medio mundo sabe que luce uno de estos brazaletes en su tobillo izquierdo, la actriz ha decidido posar en una sesión de fotos luciendo con un escueto bikini su nuevo ‘complemento’ como si se tratara de una auténtica tendencia de moda.
Las fotos en cuestión fueron vendidas a una agencia con un único propósito: para recaudar dinero para una «obra de caridad que especializada en el tratamiento de desintoxicación del alcoholismo», según explica la web TMZ.
En las imágenes en cuestión se puede a ver a una Lindsay nuevamente rubia descansando sobre un cómodo sofá y con los vaqueros remangados para dejar bien a la vista su brazalete, así como con un bikini disponiéndose a ir a la playa.
Aunque, al principio le costó acostumbrarse a su nuevo ‘amigo’ e incluso le pidió a Chanel que se lo decorase, Lindsay ha encontrado una buena razón para presumir con orgullo del castigo que le ha impuesto el juez. Parece que la actriz, esta vez, sí está aprendiendo la lección.
