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La ex mujer de Michael Douglas, Diandra Luker, ha presentado en Manhattan una demanda contra el actor exigiendo el derecho a adquirir la mitad del dinero que Michael ha ganado con su nueva y última película Wall Street 2: El Dinero Nunca Duerme.
Diandra Luker recibió la escalofriante suma de 36,4 millones de euros cuando se divorció de Michael Douglas en el año 2000. Parece que no fue suficiente y ahora pide el 50 por ciento de las ganancias que el actor obtenga por trabajar en nuevas versiones de sus antiguas películas, como ya estaba establecido en las condiciones de su divorcio.
Según han publicado en ShowBiz Spy, el actor, de 65 años que lleva casado desde hace diez con la actriz Catherine Zeta-Jones, está furioso con la demanda que su ex mujer le ha puesto.
Michael apareció por primera vez en Wall Street en el año 1987 y según él, la nueva película que dirige Oliver Stone, es «una continuación» de la anterior y no «una nueva versión».
Aún así, la abogada de Diandra, Nancy Chemtob, comentó la semana pasada al juez del Tribunal Supremo de Manhattan, Matthew Cooper, que «es el mismo personaje y el mismo título, sólo que años más tarde», por lo que a su cliente le pertenecería parte del dinero cobrado, igual que en la película original.
Por su parte, Marilyn Chinitz, abogada de Michael Douglas, dice que a Diandra sólo le pertenece el dinero de los trabajos que el actor realizó mientras estuvieron casados y no después.
Además, el diario The New York Post ha publicado que el actual marido de Catherine Zeta-Jones guarda un as en la manga. Al parecer, en el año 1997, Diandra hizo un vídeo asegurando que cualquier polémica derivada de su acuerdo matrimonial que pudiera ocurrir en un futuro, sería llevada a juicio en los tribunales de California.
Y eso es justo lo que quieren Michael y su abogada, que el juicio se celebre en Santa Bárbara, California, donde tuvo lugar el divorcio y no en Nueva York, donde ambos viven en la actualidad.
Finalmente, el miércoles pasado el juez Cooper explicó a los abogados que aún no había llegado a una conclusión y que no lo hará hasta que no se decida dónde se celebrará el juicio.