Michelle Obama alterna descanso en el hotel y visita al centro de Marbella en su primer día en España

Michelle Obama, esposa del presidente de Estados Unidos Barack Obama, y su hija pequeña, Sasha, han disfrutado este miércoles de su primera jornada de vacaciones en España, concretamente en la Costa del Sol, en la que alternaron descanso en el hotel Villa Padierna, en Benahavís (Málaga), donde se alojan, con una visita al casco histórico de Marbella.

La primera dama, ataviada con un pantalón negro y una camiseta también negra y con lunares blancos, salió del hotel a las 18.30 horas en dirección al centro histórico marbellí, donde paseó con Sasha, y unos amigos, entraron en varios comercios, cenaron y recibieron el cariño de los vecinos.

Tras unas cuatro horas fuera del hotel, el recorrido por el casco antiguo de Marbella comenzó en la calle Huerta Chica, siguiendo a pie por calle Peral; plaza Puente de Ronda, y calle Remedios, donde Michelle Obama entró en la tienda Babachic, en la que, tras media hora, decidió comprar collares y pulseras de madera hechas a mano, explicó a Europa Press Carolina Prouveze, una de las dependientas, quien calificó de «un placer» la visita de la representante norteamericana. El paseo continuó por Virgen de los Dolores, Ortiz de Molinillo y Carmen, para, finalmente, llegar a la plaza de la Iglesia.

CENA

Precisamente, en esta plaza entró, poco después de las 19.30 horas, en el restaurante Buenaventura Plaza, inaugurado en 1999 y que ofrece cocina de temporada basada en materias primas de la costa, la huerta y la sierra malagueñas, con recetas de carácter mediterráneo, que combinan tradición e innovación.

Platos típicos del restaurante y un tinto español y un vino de Málaga fueron degustados por los comensales, que quedaron «muy satisfechos» de la cena, según señaló el propietario del restaurante, Ramón del Pozo.

Del Pozo destacó a los periodistas el trato ofrecido por Michelle Obama, que saludó a los trabajadores, a los que, además, felicitó al finalizar la cena. «Ha sido muy correcta», apostilló el dueño de este establecimiento.

Durante la cena, que se prolongó unas dos horas y media, la hija pequeña de los Obama, de nueve años, abandonó el restaurante para comprar un helado en un negocio cercano ante la atenta mirada de los centenares de vecinos que se daban cita en la plaza de la Iglesia.

Como anécdota, mientras Michelle Obama y sus acompañantes se encontraban en el restaurante, la artista Carmen Sevilla visitaba la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, que data del siglo XVIII y que da nombre a esta plaza.

A la salida del restaurante, sobre las 22.00 horas, la esposa de Barack Obama recibió el afecto de los marbellíes, que gritaban «Michelle, Michelle», ante lo que ella respondió saludando. Tras ello, se subió en un coche y Sasha en otro de vuelta al hotel.

Sin duda alguna, la visita de la primera dama de EEUU al centro marbellí consiguió despertar gran expectación entre los comerciantes, ciudadanos y turistas. Además del dispositivo de seguridad de Michelle y Sasha Obama en las calles, había numerosos agentes tanto de la Policía Nacional como de la Local.

Michelle Obama, su hija menor y unos amigos llegaron este miércoles a Málaga, en cuyo aeropuerto aterrizaron pocos minutos antes de las 10.30 horas, para trasladarse posteriormente al hotel Villa Padierna por carretera, en una comitiva con 14 vehículos, que llegó al establecimiento sobre las 11.45 horas.

El propietario del hotel, Ricardo Arranz, y su mujer, Alicia Padierna de Villapadierna, fueron los anfitriones de Michelle Obama, su hija y sus acompañantes, que se instalaron y almorzaron en el establecimiento. No hubo autoridades políticas en la bienvenida, como tampoco recepción oficial en su visita a Marbella, respetando así la decisión de la primera dama estadounidense, dado el carácter privado del viaje.

PIDE «NORMALIDAD»

Arranz destacó que la primera dama se mostró «encantada» de estar en Málaga «y encantadora», siendo «normalidad» lo único que solicitó durante su estancia, que se prolongará hasta el domingo, día en el que previsiblemente vuele en dirección a Palma de Mallorca para reunirse con los Reyes de España.

Disfrutar del hotel, de su entorno y de localidades como Marbella es lo que quiere hacer la primera dama, quien ha llegado a la Costa del Sol en visita privada por recomendación de unos amigos, que suelen jugar al golf en este establecimiento operado por la cadena internacional Ritz-Carlton.

De hecho, en el casco histórico de Marbella era habitual hace años ver a norteamericanos que llegaban al hotel Atalaya Park, uno de los pioneros en recibir a visitantes de este país, según el que fuera director de los Los Monteros y Don Carlos de Marbella Rafael de la Fuente.

Los empresarios y las diversas instituciones han destacado durante estos días la importancia de esta visita para la imagen de la Costa del Sol, siendo éste el primer viaje en solitario de una primera dama de EEUU a España. De hecho, incluso, una agencia de comunicación ha realizado un estudio que revela que la visita generará 50.000 impactos en prensa extranjera por un valor de 800 millones de euros.

La segunda jornada de Michelle Obama transcurrirá entre el hotel y Granada, hacia donde viajará para conocer algunos de los lugares más turísticos de la ciudad, como la Catedral, el barrio del Albaicín, el Sacromonte y la Alhambra, parada esta última que podría tener lugar entre las 20.00 y las 22.00 horas.

Desde que se conoció la noticia la última semana de julio la Costa del Sol ha estado en boca de todos, destacando lo que esta visita supone para la imagen, considerando los empresarios y las instituciones que es una campaña de promoción «inmensa».

REGALOS

Durante su estancia, Michelle Obama está recibiendo numerosos regalos, como los del Ayuntamiento de Marbella, una obra de la artista francesa Muriel Moreau, que consiguió el Premio Nacional del Grabado de 2009, así como el libro que recoge la historia de la ciudad.

Además, la asociación ‘¿Yo? ¡Producto Andaluz!’, con la colaboración de ‘Viveros Guzmán’, le preparó un centro floral hecho de claveles que representan la bandera de EEUU y una cesta con un surtido de productos procedentes de todas las provincias andaluzas.

Por su parte, el Ayuntamiento de Málaga le ha enviado un catálogo sobre la colección de los libros ilustrados por Pablo Ruiz Picasso que ha reunido a lo largo de 20 años la Casa Natal del pintor malagueño. En este volumen se recopilan 43 de los 156 títulos en los que el artista participó con sus ilustraciones.

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