La Princesa de Asturias inauguró este miércoles el nuevo Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE, ubicado en el madrileño barrio de Moratalaz y que presta apoyo a más de 2.400 niños ciegos, y compartió con muchos de ellos una mañana de clase.
Doña Letizia comenzó su visita al CRE con una reunión de trabajo con los responsables del centro y directivos de la ONCE, en la que, según informaron fuentes de la Casa Real, se interesó por el modelo educativo de la organización y por el sistema de evaluación de cada niño ciego o deficiente visual que llega al centro.
También preguntó por la adaptación de los niños cuando son alumnos internos y por la integración laboral de los mismos cuando abandonan el centro. Asimismo, felicitó a la ONCE por el trabajo que realiza en el ámbito educativo y se declaró impresionada.
A continuación, la Princesa visitó varias clases, como la de expresión corporal, en la que una decena de niños ciegos y con otras deficiencias sensoriales de entre 12 y 17 años demostraron su capacidad de comunicar sentimientos a través del movimiento sobre colchonetas y utilizando balones de goma, al compás de la música. Doña Letizia se levantó a ayudar a uno de los niños que estuvo a punto de caerse del plinto sobre el que se movía. Les felicitó a todos y se hizo una foto con ellos.
Luego participó en una clase de inglés de cuarto de la ESO. Los chicos estaban explicando sus vacaciones de verano. Uno de los alumnos señaló que en Alicante había conocido a dos chicas y doña Letizia le dijo: «Have you fallen in love last summer?» (�Te enamoraste este verano?), a lo que el muchacho respondió que no.
Visitó también el taller de manualidades, donde los niños sordociegos aprenden habilidades de la vida cotidiana, y conoció el área de informática y tecnología adaptada a personas ciegas (tiflotecnología).
La Princesa de Asturias también estuvo en una de las aulas de atención precoz y cogió en brazos a un bebé ciego, con cuyos padres conversó, al igual que con el psicólogo que trabaja con los bebés y los padres.
Este nuevo centro de la ONCE tiene una extensión aproximada de 22.000 metros cuadrados. Alberga un área de residencia para unos 130 niños, el centro escolar específico para enseñanzas de Primaria, Secundaria y Formación Profesional, polideportivo, recreo y comedor, y ha supuesto una inversión de 31 millones de euros.
Junto al CRE de Madrid, la ONCE tiene otros cuatro centros más en España de las mismas características, de forma que ofrece cobertura educativa al alumnado con ceguera o deficiencia visual de todo el territorio nacional, más de 7.400 estudiantes.
