La estrella tenía que ser Kate Middleton, pero hubo una presencia previa que causó la admiración del público presente y la millonaria audiencia televisiva
La gran tapada de la boda del Príncipe Guillermo y Catalina era la dama de honor y cuñada del más que probable próximo rey de Inglaterra, Pippa Middleton.
Brilló y fue señalada como una de las personalidades más impactantes del enlace, pero también cometió algún desliz.
Junto a ella Victoria Beckham, muy guapa, cometió la misma torpeza que Pippa: Ambas rompieron el protocolo con su vestuario. La primera con el vestido blanco y la segunda con el negro.
En cualquier caso, la blanco estaba espectacular.
Escribe Guillermo D. Olmo en ABC que estuvo tan impecable como sensual, la hermana menor de la Duquesa de Cambridge, dama de honor en el enlace real, se detapó como inesperada protagonista del enlace.
Cuando Kate se encaminaba al interior de la Abadía de Westminster, no acaparaba todas las miradas. Detrás de ella, sujetando la cola de su vestido, su hermana Pippa despertaba tanta atención como admiración.
Imponente por su elegancia, esbeltez y el contorno de sus caderas, la nueva cuñada del príncipe Guillermo ha anonadado a los presentes con un vestido blanco como el de la novia.
DOS HERMANAS IMPONENTES
El estilismo de las hermanas Middleton ha dejado boquiabierto a todo el mundo. La Princesa Catalina supo brillar con luz propia desvelando el secreto mejor guardado, y Pippa Middleton se convirtió en la gran revelación del día.
La Princesa Catalina elegió un vestido de Alexander McQueen -firmado por Sarah Burton- para la ceremonia que unió en matrimonio a la joven con el Príncipe Guillermo.
El traje, de satén marfil y blanco, con cuerpo de manga larga de encaje, escote en forma de corazón y cola, se completaba con una tiara que data de 1936, prestada especialmente por la Reina Isabel II para este día.
Pero la duquesa de Cambrigde supo guardase un bonito As en la manga para conquistar nuevamente durante la fiesta nocturna.
Sarah Burton fue de nuevo la diseñadora del acertadísimo traje: un vestido blanco con escote corazón, fajín de pedrería y perlas y una chaqueta muy coqueta de cashmere.
La Princesa soltó su castaña melena, con las puntas marcadas, que consiguieron un look muy natural, tal y como nos tiene acostumbrados. Al igual que su discreto maquillaje que se mantenía impecable.
Pero la esposa del Príncipe Guillermo no fue la única estrella que brilló en Londres. Pippa Middleton, la hermana menor de la Princesa, ejerció como dama de honor junto a los seis pequeños pajes y dejó eclipsado a todo el público luciendo un precioso vestido blanco, de corte sirena que dejaba entrever su espectacular y elegante figura, además de un envidiable moreno.
Pippa se convertía así desde el primer momento en la estrella del día. Llegó a ser ‘trending topic’ en twitter y volvió a deslumbrar por la noche. Enfundada en un vestido verde esmeralda con un pronunciado escote en uve, con apliques en tonos plata, lució estilo una vez más al lado del Príncipe Enrique. Para complementar, utilizó una bombonera plateada y unos discretos pendientes.
Y es que el ‘buen rollo’ reinante entre los concuñados también ha sido de lo más comentado de la boda. Desde que desfilaron juntos a la salida de la Abadía de Westminster hasta que saludaron, también juntos, a la multitud que se agolpaba frente al balcón de Buckingham Palace. Para rematar el día, los ‘cuñadísimos’ se encargaron de preparar la fiesta nocturna para los novios.