Cuando los fotógrafos han pedido a la pareja que se besase ha sido un momento horrible ya que Charlene le ha girado la cabeza y Alberto le ha dado un frío beso en la mejilla
Poco romántica está resultando la luna de miel sudafricana de la Princesa Charlene Wittstock y de su recién estrenado esposo Alberto II de Monaco.
Según publica este 12 de julio de 2011 el diario «The Sun», la pareja no sólo duerme en camas separadas sino que incluso está hospedada en hoteles diversos, uno a 15 kilómetros del otro.
Los recién casados han reservado una suite con una enorme cama de matrimonio y piscina privada (4.000 libras la noche) en el Oyster Box Hotel en Umhajanga Rocks, cerca de Durban.
En realidad, según publica el diario británico, en este hotel sólo se encontraría la exnadadora ya que el príncipe Alberto se encontraría hospedado en el hotel Hilton.
«Debía ser una luna de miel de fábula pero la Princesa ha dormido sola a 15 kilómetros de distancia de su marido», escribe «The Sun», que añade que «cuando los fotógrafos han pedido a la pareja que se besase ha sido un momento horrible ya que Charlene le ha girado la cabeza y Alberto le ha dado un frío beso en la mejilla».
Los Príncipes de Mónaco han acortado sus vacaciones en Sudáfrica debido a «negocios urgentes» que requieren de la presencia de Alberto II en Mónaco.
No sabemos si estos «negocios urgentes» tienen que ver con el test de ADN al que podría someterse el Príncipe para resolver el misterio del tercer hijo ilegítimo que le han atribuido en las últimas semanas. Una noticia que habría provocado el intento de fuga de la esposa antes de su boda.