Alberto puso la mano en el muslo a su esposa y le preguntó si quería añadir algo más, a lo que Charlene le dijo que no
Dos semanas después de contraer matrimonio, Alberto y Charlene de Mónaco ya están de vuelta en su palacio de Montecarlo y lo primero que han hecho ha sido llamar a los periodistas de la zona para dar explicaciones y mostrar su indignación por estar siempre sometidos a constantes rumores.
Dice el príncipe que que le parece una actitud indigna de los periodistas y añade que siempre había respetado la libertad de expresión, pero aclaró que la difusión de información falsa es lamentable.
Como recoge la web Nicematin, Alberto comenta que los rumores, en un principio, le hicieron sonreír, como cuando dijeron que no habían dormido juntos en el hotel de Sudáfrica.
Todo comenzó una semana antes de la boda, cuando L’ Express aseguró que Charlene había intentado huir y dejar plantado al príncipe, pocas horas antes de la ceremonia, al descubrir que este había tenido otro hijo, con una mujer residente en Mónaco, cuando ya estaba comprometido.
«Lo que es lamentable es que los medios de comunicación aprovecharan estos rumores sin verificar su información. Me parece indigno de sus colegas. Siempre he respetado la libertad de expresión. Sin embargo, la difusión de información falsa es lamentable y está sujeta a sanciones penales»
Antes de que acabara su comparecencia ante los medios de comunicación, Alberto puso la mano en el muslo a su esposa y le preguntó si quería añadir algo más, a lo que Charlene le dijo que no.