Este viernes 16 y el sábado 17 de septiembre el cantante granadino Miguel Ríos llega a Sevilla dentro de su gran gira de despedida ‘Bye Bye Ríos. Rock Hasta el Final’, una gira con la que se despide de todos los fieles seguidores que le han acompañado a lo largo de sus 50 años de oficio, y aunque «cuesta decir adiós», reconoce el propio artista, «estoy contento porque yo más que una estrella soy un currante y los currantes si nos jubilamos».
Así lo expresó en la rueda de prensa celebrada la pasada semana en el Restaurante Abades Triana de la capital andaluza, en la que afirmó que «lo suyo es una vocación más que un oficio», y que aunque «cuesta decir adiós», para él «es como una liberación no tener que seguir buscando la vanguardia y estar en la retaguardia», un sitio que definió como «comprometido» porque la retaguardias activas «tienen el peso de la experiencia, y espero seguir compartiéndola con mis compañeros más jóvenes», dijo.
No obstante, añadió Ríos, quien también es embajador del Milenio de Granada, «dejaré de ser un profesional del Rock and Roll pero seguiré cantando en otro tipo de formatos, que tiene que ver también con el público, y en el terreno de solidaridad», para «devolver a la gente lo que me ha dado». Además, señala, «de alguna manera así paliaré mi pesar cuando baje el telón y me dé cuenta de que me he quedado solo», y «de forma egoísta me quitaré el mono», bromea.
Además, y sobre el hecho de que la última ciudad de la gira haya sido la capital andaluza, afirmó que ha sido «por familiaridad, porque tengo aquí familia que me lo propuso y creo que hay que buscar un traca final que nos venga bien a todos, también anímicamente hablando», para explicar después que la gira inicial, que comenzó el 17 de septiembre de 2010 en Granada, «solo estaba concebida para ese año, y empezar la gira por América en 2011», pero «extendimos porque los conciertos tuvieron mucho éxito», ya que la gente «ha entendido muy bien que se trataba de hacer una fiesta».
Asimismo, señaló que estos dos conciertos significan un momento «especial» porque «estoy rodeado de amigos y gente que ha contribuido a que mi carrera fuera hacia arriba». Además, agregó, «mi gira con la ‘Big-Band Ríos’ acabó en el Teatro Maestranza de Sevilla, y ésta ha sido una de las aventura más bonitas de mi carrera», una experiencia que el artista compara con «conducir un Cadillac para los americanos», y que define como «un goce supremo para un cantante».
Así, en sus dos citas en el Auditorio Rocío Jurado, Ríos explicó que no habrá invitados sobre el escenario, porque «estos dos últimos me los quiero comer yo solo». «Son mis dos conciertos, ya que nunca voy a tocar con tanto aparato, ni voy a hacer un concierto donde haya pensado tanto el repertorio, pero sin dejar de ser yo», apuntó.
