MADRID, 7 (OTR/PRESS – Miguel Jaque)
Por ahora, juegan al póquer, pero en breve dejarán las cartas y las apuestas para ir a por otro bebé. Carolina Cerezuela y Carlos Moyá ya tienen a la pequeña Carla, de 13 meses, que ya camina y dice «papi», pero sus papás quieren darle un hermanito.
A Carolina Cerezuela, a sus 31 años, le va muy bien. Ahora puede «elegir los trabajos» que más le interesan, y pasar así más tiempo con su familia. Lo que no quiere, de ninguna manera, es ver a los suyos «solo los fines de semana».
Carolina no está dispuesta a perderse a su hija, que ahora está «en una edad preciosa». Claro que, a su edad, la niña no para de moverse, es un auténtico «terremoto» y los padres se pasan el día corriendo detrás de ella para evitar que se haga daño.
Ociosos, no están. Carlos sigue con una raqueta en la mano, y aunque ya no compite, está a punto de abrir una academia de tenis en Madrid. Y en ‘Lecturas’ aparecen como padrinos de la ampliación de una sala de juegos. Allí, la actriz y presentadora ganó a su marido jugando al póker, y ambos demostraron muy buen humor.
Pero aun así, podrían ir en breve a por otro niño. «Lo estamos pensando», explica el tenista a la revista, que indica que no quieren que los niños que tengan se lleven demasiado tiempo.