Su actual pareja, Sarah Aspin fue quien lo encontró en su cama a las 6 de la mañana
Tras una noche de fiesta, el ex marido de la fallecida diva del soul vive conectado a una máquina de respiración artificial, tras sufrir un desmayo provocado por la ingesta desmesurada de alcohol y drogas.
Al parecer y según publica The Sun, Blake Fielder-Civil fue encontrado en su cama a punto de asfixiarse en su propio vómito tras una noche de desenfreno. El ex marido de Amy Winehouse admitió haber tomado heroína y fue directamente trasladado al hospital de Dewsbury, West Yorks, donde le encontraron múltiples órganos dañados y los médicos decidieron provocarle el coma.
El tabloide inglés pudo hablar con su madre que lleva al lado de Fielder-Civil desde que ingresó:
«Los médicos no tienen pronóstico. Han dicho que le provocaron el coma para ayudarle. Yo rezo para que él sobreviva, pero también me preparo a mi misma por si no llegara a despertar nunca».
A sus 30 años, Blake lleva luchando durante mucho tiempo contra su adicción a la heroína y, desde la muerte de Amy, ha tenido varios intentos de rehabilitarse. Su actual pareja, Sarah Aspin fue quien lo encontró en su cama a las 6 de la mañana.
«Estoy destrozada, simplemente destrozada, por lo que ha pasado. Solo quiero llorar, pero tengo que estar fuerte por nuestro hijo Jack», declara Sarah a The Sun. La pareja se conoció hace tres años en pleno proceso de rehabilitación.
Sarah cuenta que Blake tenía que ir a firmar su libertad condicional y que después había quedado con un amigo. Cuando llegó a casa tuvo que «quitarle los zapatos y los pantalones para ayudarle a meterse en la cama».
«A la mañana siguiente, cuando fui a despertarle escuché un horrible y agonizante sonido. Miré a mi alrededor y vi a Blake ahí tumbado completamente gris. Sus ojos estaban dados la vuelta y su boca sellada», cuenta Aspin.
Finalmente, los servicios médicos llegaron y vieron que el ex marido de Winehouse se había tragado la lengua y ahogado en su propio vómito. «Le pusieron un tubo en la garganta y oxígeno en la boca».
Una vez en el hospital, se dieron cuenta de que su pulmón izquierdo no funcionaba e hicieron todo lo posible por salvarle. «Me dejaron entrar para cogerle de la mano durante 45 minutos. Después me enteré de que lo hicieron porque pensaban que se iba a morir», sigue explicando su novia y madre de su hijo.