Hace escasos días, la revista ‘Hola‘ desvelaba a toda portada que la Infanta Cristina y Iñaki Urdangarín estaban con sus hijos en un recóndito lugar del sur de Francia, escapando del escándalo del caso Nóos en el que el yerno del Rey está imputado.
Este 20 de agosto de 2012, se conocía que precisamente en el marco de la instrucción de este caso, el juez José Castro había conseguido la colaboración de Suiza y Andorra para bloquear dos cuentas que presuntamente habrían sido utilizadas por el marido de la Infanta para desviar fondos desde su sociedad sin ánimo de lucro.
Según revela El Mundo, cuya inquina hacia la Familia Real es cada día más manifiesta, hace unos meses el juez Castro y la Fiscalía Anticorrupción solicitaron que se congelasen todos los fondos que Urdangarín pudiese tener en paraísos fiscales.
Así, para lograr que las administraciones de justicia en Suiza y Andorra colaborasen para este propósito se les informó de que tanto Urdangarín como su socio, Diego Torres, pudieron haber cometido delitos de malversación, fraude, falsedad, prevaricación y blanqueo de capitales.
En la cuenta en Suiza los que fueran responsables de Nóos contaban con unos fondos de unos 700.000 euros, mientras que en la cuenta en Andorra había 400.000 euros más.
A diferencia de lo ocurrido con otras cuentas, no obstante, de las que Urdangarín y Torres llegaron a retirar hasta un millón de euros en plena investigación, el capital de estas cuentas no se llegó a tocar.
Sea como fuere, este bloqueo viene a alterar la calma que tanto el yerno del Rey como su mujer buscaban al trasladarse con la familia del Duque al Sur de Francia.