Un miembro de la organización comunicó a los asistentes la cancelación de su actuación en el festival Fenerock
Tras un fin de semana de infarto, el Gran Wyoming recobra la compostura. El presentador y alma del ‘Intermedio‘, que el 15 de septiembre tuvo que ser ingresado a toda prisa en el hospital aquejado de un tremendo dolor de estómago, ha recibido ya el alta.
Sus colegas de ‘La Sexta’, a los que durante bastantes horas no les llegaba la camisa al cuello y llegaron a temer lo peor, bromean ahora diciendo que se descarta que esté preñado:
«El Gran Wyoming ha recibido el alta hospitalaria después de descartar un posible embarazo debido a su edad».
El susto, en cualquier caso, ha sido de órdago.
El Gran Wyoming permanecía internado desde este sábado por la noche, en el hospital Arquitecto Marcide de Ferrol.
La causa del ingreso era, segun La Voz de Galicia, una ‘crisis‘.
Ni el diario gallego ni los miembros de su entorno aclaraban que tipo de mal sufría el cómico y eso disparó durante horas todo tipo de especulaciones.
La Sexta ha informado por fin a Efe, ya avanzado el domingo, que su ingreso se debió a unos fuertes dolores estomacales.
Las mismas fuentes añaden que está previsto que el presentador sea dado de alta en las próximas horas, algo que ya parece haber ocurrido, porque su estado no reviste «especial gravedad».
Es posible que el Gran Wyoming ya esté en la calle y rumbo a Madrid pero no presentará su espacio habitual este lunes, lo que se puede explicar al margen de su estado de salud, ya que La Sexta retransmite desde las 21.30 horas el partido de Liga Valladolid-Betis.
SU VERDADERO NOMBRE
José Miguel Monzón, nombre verdadero del conocido artista, se encontraba en Galicia con motivo del festival Fenerock, donde tenía previsto actuar. De hecho había participado en los ensayos de la tarde.
De pronto se puso malo, empezó a sentirse fatal, se dobló apretándose la cintura y tuvieron que sacarlo del recinto a toda prisa. Un miembro de la organización comunicó a los asistentes al festival la cancelación del número.
A pesar de su trabajo en televisión, el Gran Wyoming también es reconocido por sus actuaciones musicales por todo el país.
Uno de sus compañeros inseparables durante más de 20 años, ‘El Reverendo‘, falleció recientemente.
Juntos formaron Paracelso, una banda con la que ganaron las dos primeras ediciones del prestigioso certamen de rock Villa de Madrid gracias a su tema El Rock del trapichero.
LA ENTREVISTA
Sus enemigos le acusan de practicar un ‘rancio humor izquierdoso’, pero cuando se insulta a un tipo que reconoce sus propias carencias y se mofa de ellas, como el Gran Wyoming (Madrid, 1955), se corre el riego de convertirse en blanco fácil de su ingenio.
Y advertía Miguel Angel Alfonso en el ‘Diario Vasco’, en la entrevista que le hizo con motivo de la reaparición de ‘El Intermedio’ hace una semana, de que «nadie está libre de pecado».
– ¿Se considera el ‘último mohicano’ de la televisión? – No, espero ser el primero de una nueva generación inseminando a toda la pradera.
– ¿Y qué le parece la ‘pradera’?
– Me parece absurda, pero ya viví una parecida. Cuando estábamos haciendo el ‘Caiga quien Caiga’ había muchos programas críticos y desaparecieron todos. Esto fue una maniobra desde arriba, intromisión un poco preocupante. El hecho de que nuestro programa sea como una ‘rara avis’ provoca que todo el mundo nos pregunte si tenemos futuro o si nos van a echar, parece que eso está casi asumido, que no sería una sorpresa, lo cual es preocupante.
– Los recortes, el IVA… ¿Cuál va a ser su próxima cruzada?
– Vivo en un mundo que está caminando al revés de como yo pienso. Me levanto por las mañanas y me creo que soy el modelo del gobierno para hacer las cosas, ‘¿Qué le puede joder a este? ¡Pues vamos a hacerlo!’. Esa es la línea que están siguiendo.
– ¿Se morderán más la lengua?
– Nosotros no decimos barbaridades ni hacemos cosas brutales, es un programa bastante normalito. Programas como este los hay en todos los países, que tienen contenidos muy críticos con el gobierno que toque y no hay ningún problema. De todos modos, este espacio a quien da un repaso es a los medios de comunicación, con lo cual depende del nivel de los medios de comunicación el que hagamos un programa más gracioso o menos gracioso.
– ¿Por cuál de sus colaboradores se cambiaría?
– Me cambiaría por Sandra Sabatés, me gustaría mirarme al espejo por las mañanas. No, sinceramente por cualquiera de ellos. Uno no elige ni su destino, ni su trabajo, ni para quién trabaja, y eso me gustaría habértelo dicho antes, pero como siempre estoy hablando de tonterías hasta que se me ocurre lo que quiero decir… El privilegio de este programa es poder hacer cosas que a uno le gustaría ver en televisión, eso no depende de la calidad.
– ¿Qué es lo que más admira de sus guionistas?
– Ellos tienen un horario infinitamente peor al mío. Luego si hablamos de la nómina… Pues de ellos solo admiro su prestancia (risas). En mi caso me han dado un premio como presentador gracias a ellos. Yo como presentador, esto lo digo sin falsa humildad, soy un desastre, lo que pasa es que siempre he sido un vehículo de cosas buenas.
– ¿Y qué opina del cese de sus compañeros en TVE?
– He trabajado en Telecinco bajo dos gobiernos, como soy estrella a veces alternas con los jefes, y esta gente presiona constantemente. Al final no les vale de nada, porque luego pierden las elecciones igualmente, pero minan la televisión, la minan. En la televisión pública meten auténticos agentes de propaganda, sin ir más lejos el director de Telemadrid llevaba el gabinete de propaganda de Esperanza Aguirre, esto no es una metáfora, esto es un adjetivo aplicable.
– Entonces, ¿’El Intermedio’ aguantará o no la presión?
– Estoy convencido de que sí, porque nos están dejado tan solos. Hace años había muchos programas críticos, pero han desaparecido. Cuando te quedas solo has ganado la batalla, porque es mejor que competir contra veinte. Sí, somos los últimos mohicanos.