La luna de miel es el broche que todo matrimonio necesita antes de empezar. La de la Duquesa de Alba ha tenido que retrasarse más de un año, pero dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. La aristócrata ha podido pasar unos inolvidables días con Alfonso Díez en Tailandia.
No es en absoluto el primer viaje que la pareja realiza, pero se trata de uno muy especial. Ambos deseaban visitar el país budista, y han tenido que retrasarlo durante bastante tiempo.
Una vez en la capital, el matrimonio no ha perdido el tiempo, y han intentado empaparse de la cultura tailandesa. Paseos por la ciudad, recorridos en barco, masajes… No han parado ni un segundo, ya que Bangkok tiene mucho que ver.
Alfonso Díez se animó a probar lo más exótico del país, como los escorpiones que se sirven en la zona comercial de la ciudad, o los tratamientos de peeling llevados a cabo por los pequeños peces garra rufa.
La Duquesa ha aprovechado para recibir masajes y relajarse, según se puede ver en las fotografías publicadas en la revista ¡Hola!. Este viaje ha sido sin duda una estupenda forma de desconectar de los problemas que ha dejado en Madrid, como el proceso judicial por la custodia de Cayetana Rivera, que es una fuente de desánimo para Eugenia.
Y no es ese el único asunto que está moviendo a la familia. La aristócrata ha comenzado a repartir sus títulos entre sus hijos, algo que la ley le permite hacer en vida mientras que el principal (Duque de Alba) sea para el inmediato sucesor.
Alfonso acaba de solicitar ante el Ministerio de Justicia la sucesión de 7 títulos, de los que 3 son Grandezas de España y dos títulos son del siglo XV.
Sin embargo, todos estos asuntos están ahora muy lejos de la duquesa y su flamante esposo. Para ellos es tiempo de descansar y disfrutar de esa luna de miel que han tardado tanto en poder vivir.